Escribe: José Gregorio Martínez*.-
La oferta de Nicolás Maduro al presidente Donald Trump de renunciar en dos años es inaceptable para la Casa Blanca. En la práctica es una trampa propia de un dictador comunista. (PanAm Post)
El régimen chavista habría propuesto al jefe de la Casa Blanca un supuesto proceso de transición de dos a tres años para “garantizar” una “renuncia ordenada”. Sin embargo, el líder republicano no cayó en el engaño y, además de negar esa posibilidad, firmó el plan de la CIA para operaciones encubiertas en Venezuela que podrían tener como objetivo preparar el “campo de batalla para acciones futuras”, según el New York Times. Mientras tanto, Nicolás Maduro exhibe un comportamiento cada vez más delirante, invocando supuestas fuerzas espirituales desde un Palacio de Miraflores convertido en “altar de oración”.
En medio de las posibles “discusiones” entre Donald Trump y Nicolás Maduro trasciende una información que apunta en sentido contrario. Y es que el intento del dictador venezolano de engañar al mandatario estadounidense con falsos diálogos y promesas que nunca se cumplen habría sido frustrado. El tiempo corre y todo sigue en el mismo punto. Sin avances, por el momento, por parte de la Casa Blanca, pero sin retrocesos en el despliegue militar en el Caribe, que es lo que buscan en Miraflores.
Pocas horas después de que Trump reiterara que es Maduro quién quiere hablar y él “está dispuesto a conversar, como habla con todo el mundo”, el New York Times publicó una información que indica que el primer acercamiento fue infructuoso, dado que Maduro habría propuesto renunciar luego de un periodo de dos años, una oferta que fue rechazada por Trump que, como era de esperarse, no confía a estas alturas en las promesas a largo plazo de quién violó los Acuerdos de Barbados y se robó las elecciones presidenciales del año pasado.
Por el contrario, el jefe de la Casa Blanca habría firmado la autorización a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para realizar operaciones encubiertas en territorio venezolano que podrían tener como objetivo preparar el “campo de batalla para acciones futuras”, de acuerdo con las fuentes citadas por el medio neoyorquino.
¿Vivo o muerto?
La propuesta que habrían transmitido integrantes del régimen de Maduro al gobierno estadounidense consta de un supuesto proceso de transición de dos a tres años para “garantizar” una “renuncia ordenada”. Sin embargo, en la Casa Blanca consideran inaceptable postergar la salida de Maduro del poder. Tal como había publicado hace unas semanas este medio, Maduro habría ofrecido nuevamente a Trump acceso a los recursos de Venezuela.
Más temprano, el NYT adelantó que entre las opciones militares de Trump está enviar fuerzas especiales a Venezuela para intentar “atrapar o asesinar a Maduro”, sin descartar la aplicación de otro plan que contempla la toma de campos petroleros o infraestructura crítica en el país sudamericano.
Del desgaste al delirio
Todo indica que lo único que Trump está dispuesto a negociar con Maduro es la manera cómo saldrá del poder, pero sin postergar este desenlace. Y si bien no habría hasta el momento una decisión final de atacar las instalaciones relacionadas con el narcotráfico que tendría ya ubicadas la CIA, sí hay disposición a continuar con las acciones encubiertas sin combate en el terreno, priorizando las estrategias de guerra psicológica y desgaste que puedan provocar el esperado quiebre del régimen, así como también acciones cibernéticas.
Mientras la Operación Lanza del Sur sigue activada en el Caribe con el portaviones USS Gerald Ford al frente, Maduro insiste en que solo acepta una negociación “face to fase” con Trump y exhibe comportamientos cada vez más delirantes, ahora invocando fuerzas espirituales y asegurando que Jesucristo es el único “dueño” de Venezuela desde un Palacio de Miraflores convertido en un “gran altar de oración”.
* José Gregorio Martínez, Periodista venezolano dedicado a las fuentes de Política y Economía. Editor jefe de PanAm Post. Experiencia previa en medios como NTN24, El Mundo Economía & Negocios, Diario La Verdad y Globovisión.
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