Informa: Agencia Periodismo Investigativo.-
En una jornada marcada por la conmemoración internacional del médico y del fisioterapeuta, cientos de trabajadores del sector salud presentaron denuncias formales ante el Ministerio de Trabajo y la Procuraduría General. El Movimiento S.O.S. Colombia, que agrupa a profesionales y técnicos del área, exigió la intervención del Estado ante lo que consideran un deterioro estructural de sus derechos laborales.
Las quejas advierten que más del 60% del personal misional en hospitales y clínicas continúa vinculado a través de modalidades contractuales que no cumplen con los estándares laborales exigidos por la ley. Entre ellas figuran órdenes de prestación de servicios, pagos por horas y esquemas de arrendamiento de servicios inmateriales, pese a que estas actividades son permanentes y esenciales dentro del sistema de salud.
El movimiento también alertó sobre retrasos en los pagos que alcanzan los tres y hasta cuatro meses, un incumplimiento que persiste incluso después de la entrada en vigencia de la Ley de Plazos Justos. Estas demoras, afirman, golpean la estabilidad económica de miles de profesionales y agravan las brechas en departamentos con mayores problemas de acceso y seguridad.
El médico Wilder Castiblanco, vocero del movimiento, pidió una respuesta inmediata del Gobierno. “Somos millones de trabajadores que dedicamos nuestra vida a salvar a otros. Es momento de que el Estado proteja también nuestras vidas frente a la injusticia y el abuso laboral. Hoy nos unimos para exigir dignidad”, sostuvo.
El reclamo ocurre en un contexto crítico: la Contraloría advirtió recientemente que la deuda acumulada del sistema asciende a 32,9 billones de pesos, un déficit que deja a las EPS gastando más de lo que reciben y profundiza la fragilidad financiera del sector. Según los trabajadores, esta crisis no puede seguir siendo la justificación para mantener un modelo de contratación que desconocen sus derechos.
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Las víctimas de pastores, casas de modelaje, agencias de empleo, médicos, políticos, chamanes y curanderos se cuentan por millares en el mundo y la idea del autor Luis Hernando Granada es llevar un mensaje de alerta y prevención
