Escribe: José Gregorio Martínez*.-
Amenazante, devorador, depredador, el monstruo chino o Partido Comunista Chino, con la Ruta de la Seda, acabará con la economía, la libertad y la independencia de los pueblos. Nada es gratis; la China invierte, pero a la vez saquea.
Lo que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, no dice es que China usa el proyecto de la Ruta de la Seda para seducir a gobiernos occidentales con ayudas supuestamente desinteresadas, pero con el claro objetivo geopolítico de desplazar a EE.UU. como primera potencia mundial.
Con la incorporación de Colombia a la Nueva Ruta de la Seda, Gustavo Petro puso al país en una situación complicada frente a su principal socio comercial, Estados Unidos, que con Donald Trump en la Casa Blanca presionó a Panamá para que finalmente cancelara su participación en este proyecto chino.
Desde que Gustavo Petro “ganó” las elecciones como presidente de Colombia en 2022, el régimen comunista chino vio una gran oportunidad para aumentar su influencia en el país sudamericano y en la región. No en vano, Xi Jinping fue uno de los primeros mandatarios en felicitarlo. Hoy en Pekín ven los frutos de sus elogios. Y es que Petro, quien visitó al gigante asiático para participar en la cuarta edición del foro ministerial entre China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), aprovechó el viaje para firmar la incorporación de Colombia a la Nueva Ruta de la Seda, el proyecto estrella del régimen chino en materia de comercio exterior con el que busca expandir su influencia en el mundo mediante inversiones en naciones subdesarrolladas o en vías de desarrollo.
“Tanto América Latina, como Colombia, somo libres, soberanos e independientes. Y las relaciones que establecemos con cualquier pueblo del mundo, al norte, al este, al oeste o al sur, deben ser en condiciones de libertad, de igualdad. En esa medida, hemos decidido dar un paso al frente, profundo, entre China y América Latina”, dijo Petro desde la Gran Muralla China antes de hacer referencia a la histórica red de rutas comerciales que conectaron por siglos al continente asiático con el Mediterráneo europeo y la costa oriental africana, conocida como la Ruta de la Seda, para justificar la adhesión de Colombia a la reedición de este proyecto que China ha llamado como la Franja y la Ruta, o también conocido como la Nueva Ruta de la Seda.
Qué busca China de Colombia con la Ruta de la Seda
Lo que Petro no dice es que China usa estos acercamientos para seducir a gobiernos occidentales con ayudas supuestamente desinteresadas, pero con un claro objetivo geopolítico: aumentar su influencia comercial en el llamado patio trasero de Estados Unidos para arrebatarle en el corto plazo el título de primera potencia mundial, una competencia que podría considerarse sana y enmarcada dentro de la ley de la oferta y la demanda que rige el libre mercado si no fuera porque el gigante asiático ha conseguido un importante crecimiento económico gracias a la explotación laboral, estrictas restricciones sociales y políticas, robo de propiedad intelectual y violaciones a los derechos humanos de minorías étnicas y religiosas.
Por estos motivos, una vez Giorgia Meloni llegó al poder como primera ministra de Italia oficializó la salida de la iniciativa china bautizada como las Nuevas Rutas de la Seda. Su país era el único del mundo desarrollado y miembro del G7 que se había incorporado al proyecto promovido por Pekín. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea, así como otros países occidentales, habían expresado previamente gran preocupación ante lo que consideran un intento de China por aumentar su influencia política y económica en el mundo, en detrimento de las libertades individuales y los sistemas democráticos, pues no se puede olvidar que en el gigante asiático hay un régimen de partido único, donde el PCCh (Partido Comunista Chino) tiene el monopolio político pero también un enorme poder de decisión en las grandes empresas.
Petro pone a Colombia en situación complicada
Con la incorporación de Colombia a las Nuevas Rutas de la Seda, Gustavo Petro pone al país en una situación complicada frente a su principal socio comercial, Estados Unidos, al que intenta poner de su lado con una propuesta que, sin duda, no convencerá al gobierno de Donald Trump. El mandatario colombiano, que preside desde el mes pasado la CELAC, anunció el lunes 12 de mayo que el bloque, de clara tendencia izquierdista, quiere hacer una cumbre con EE.UU., similar a la reunión que tiene lugar hoy en su cuarta edición con China, y que en noviembre celebrará con la Unión Europea.
Sin embargo, Petro, que tras firmar 12 acuerdos con China durante su primera visita a Pekín en 2023 como presidente de Colombia ya con la mirada puesta en la iniciativa de la Ruta de la Seda, olvida que para ese entonces estaba en la Casa Blanca el mandatario demócrata Joe Biden, quien mantuvo una política exterior muy distinta a la del actual presidente Donald Trump, que no solo ha arrinconado a China y más de 180 países con sus aranceles para buscar condiciones comerciales favorables para EE.UU. sino que además presionó a Panamá con la amenaza de reclamar la devolución del Canal para que el país centroamericano terminara cancelando su participación en la Ruta de la Seda y, tal como exigía Washington, comenzara a reducir la influencia de empresas china en sus puertos.
* José Gregorio Martínez, Periodista venezolano dedicado a las fuentes de Política y Economía. Editor jefe de PanAm Post. Experiencia previa en medios como NTN24, El Mundo Economía & Negocios, Diario La Verdad y Globovisión.
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