Escribe: Gabriela Moreno*.-
“Yo por mí no renunciaría, pero creo que hay responsabilidades que son mayores”, confesó Jeannette Jara en una entrevista con MegaTV, luego de enfatizar que “no creo que uno combate el anticomunismo dejando de ser comunista. Es como darle la razón”. (PanAm Post)
La distancia que planea tomar la candidata presidencial, Jeannette Jara, del Partido Comunista con la suspensión de su militancia es sólo un espejismo circunstancial para intentar captar electores de centro.
Todo sea por el poder. Eso es lo primero que cualquiera pensará cuando en unas horas más o quizá días, la candidata presidencial de la izquierda en Chile, Jeannette Jara, anuncie la suspensión de su militancia en el Partido Comunista para intentar ofrecer garantías de autonomía y apertura a las diversas fuerzas que hoy conforman el centro del sector.
El exalcalde comunista de Recoleta, Daniel Jadue, anticipó la noticia en las redes y el actual asesor de la abanderada del oficialismo, Marcos Barraza, la confirmó. Solo falta que ella lo exprese ante las cámaras, pero el paso está decidido.
Sin embargo, la distancia del partido es solo un espejismo circunstancial, para intentar captar electores de centro izquierda que no estén dispuestos a votar por una comunista. Es demagogia pura y hasta Jara lo reconoce.
“Yo por mí no renunciaría, pero creo que hay responsabilidades que son mayores”, confesó en una entrevista con MegaTV, luego de enfatizar que “no creo que uno combate el anticomunismo dejando de ser comunista. Es como darle la razón”.
Ella, por alcanzar el sillón de La Moneda, parece que la dará. Jara Insiste en que “muchos” apelan a su ideología para descalificarla. Sobre este punto se sostiene la suspensión de la militancia que Jara estima decidir con el pleno de la tolda.
“Tratan de levantar mitos de los tiempos de la Guerra Fría, pero eso ya para mí pasó. Pasado olvidado”, recalcó la candidata de la izquierda chilena.
Reunión clave
Pasar la página de la historia como propone Jara es absurdo, cuando existen referencias actuales de afines a la ideología comunista y socialista que ostentan el poder y tienen en su haber varias atrocidades encima. Ahí está el sandinista Daniel Ortega en Nicaragua y el dictador chavista Nicolás Maduro en Venezuela, el castrista Miguel Díaz-Canel en Cuba y hasta el mandatario chino, Xi Jinping, cuyo régimen de represión sistemática en Pekín ejecuta encarcelamientos arbitrarios, torturas y extracción forzada de órganos.
Convencer a la Democracia Cristiana del desacuerdo con los comunistas que gobiernan fuera de tierra austral será tarea ardua en la reunión que se avecina con sectores de la coalición. La incertidumbre acecha a Jara. “No sé muy bien qué es lo que se va a decidir, pero mi compromiso es con el país”, sostiene.
El discurso de Jara le conviene para pescar aliados. La candidata comunista debe tener muy claro que en la DC tampoco hay certezas de un respaldo a la candidatura de derecha y centroderecha que representa la abanderada de Chile Vamos, Evelyn Matthei sino más bien una tendencia a unirse con el Socialismo Democrático en una lista parlamentaria. Es una encrucijada.
Cálculos sin sentido
Sin embargo, esa matemática es ingenua. Es ilógico creer que el oficialismo aceptará a la DC en un pacto sin que la organización entregue públicamente su apoyo a Jara e ir a una competencia por los curules del Congreso en dos listas, divididos. Eso sería peor para esta “ala relax” de la izquierda, cuando la mayoría de los electores vota por la lista parlamentaria de su candidato presidencial.
El Consejo Nacional de la DC convocó para el próximo 26 de julio una Junta Nacional para definir el camino. Reflexionar y discutir será inevitable. Hay muchos intereses para evaluar después de la bancada de la colectividad en la Cámara de Diputados sufrir la deserción de dos de sus siete legisladores en el hemiciclo y quedarse sin comité independiente.
La fractura juega a favor de Jara. De hecho, el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Eric Aedo, quien milita en la DC ya instan a plegarse a la candidatura de la exministra del Trabajo. “Si uno quiere ir rápido va solo, pero si quiere llegar lejos tiene que ir acompañado”. Con sus declaraciones, el talante comunista de Jara queda en el olvido.
* Gabriela Moreno, Periodista venezolana residenciada en Chile. Egresada de la Universidad del Zulia. Experiencia como editora y productora de contenidos para medios impresos y digitales con énfasis en las fuentes de política e internacional.
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Por donde quiera que haya pasado la izquierda con sus caretas de comunismo, socialismo, progresismo, etc. lo único que han dejado es miseria y muerte. Luis Hernando Granada, el autor de la obra, realizó una investigación que data desde el siglo XVII y hasta nuestros días, con datos inverosímiles y crueles
