Escribe: Oriana Rivas*.-
En China la política intervencionista de un solo hijo, vigente desde 1980 hasta 2015, dejó consecuencias en la natalidad. El régimen de Xi Jinping amplió el programa que cubre los gastos de manutención pagados a las empleadas durante la licencia de maternidad. Y es que la poca cantidad de nacimientos amenaza al sistema económico del gigante asiático.
El Partido Comunista Chino (PCCh) tiene fríamente planificada su estrategia geopolítica y económica. Cada vez que la cúpula del régimen de Xi Jinping se reúne, se establecen los lineamientos para mantener el estatus de potencia mundial. Sin embargo, hay algo que no pueden arreglar: el declive de nacimientos. Solamente en el año 2024 su población de redujo en 1,39 millones de personas. El dato marcó el tercer año consecutivo de contracción.
El régimen chino lo ha intentado todo: fomentar matrimonios en distintas provincias, aprobar iniciativas de “citas rápidas” entre adultos jóvenes o políticas para reducir los costos de embarazo o parto. Debido a los continuos fracasos, ahora el comunismo chino anunció que pagarán a las mujeres para que tengan bebés.
Pagar a las mujeres chinas por embarazarse ya ocurría en algunas provincias, pero el régimen decidió ampliar el programa a partir del próximo 1 de noviembre. Cubrirá casi el 90% de todas las zonas de seguro social del país y según la Administración Nacional de Seguridad Sanitaria de China (NHSA), estos subsidios estarán destinados a cubrir “los gastos de manutención pagados a las empleadas durante la licencia de maternidad”. Es un nuevo intento para revertir la baja tasa de natalidad, la cual en el largo plazo será un riesgo para el modelo económico chino, que persigue la productividad y consumo interno.
“Sociedad favorable al parto”
Pekín anunció en septiembre un subsidio nacional de 3.600 yuanes anuales (alrededor de 500 dólares), por cada niño menor de tres años, para reducir la carga económica de tener hijos. Pero el intento fue insuficiente. Los jóvenes chinos señalan que el costo de vida –vivienda, educación, guardería– sumado a la presión laboral, hacen que decidan aplazar o desistir de tener hijos.
El resultado: los hogares reemplazan a los bebés por mascotas. Se calcula que estos acompañantes de cuatro patas van a duplicar la cantidad de niños para 2023, según un estudio deGoldman Sachs. Es decir, la firma financiera global explica que China tendrá “más de 70 millones de mascotas urbanas y menos de 40 millones de niños menores de cuatro años”.
Todos estos factores se convierten en un problema que la cúpula comunista china no logra descifrar a pesar de que la propaganda estatal habla de crear una “sociedad favorable al parto”. Aunque países occidentales también han reportado una tendencia similar en términos de natalidad, en China el problema empeora por la política intervencionista de un solo hijo, vigente desde 1980 hasta 2015. A partir de 2016, se permitió a toda la población tener hasta dos hijos. Posteriormente en 2021 ese límite pasó a ser de tres. Aun así, el problema es mucho más complejo.
95.000 dólares por criar un hijo en China
El costo promedio de criar a un niño hasta el nivel universitario en China (desde los 0 hasta los 22 años) es de 680.000 yuanes (más de 95.000 dólares) en China, según un informe del YuWa Population Research, un centro de estudios con sede en Pekín. Eso se traduce en más de 4.300 dólares al año.
Por eso, cuando el régimen anunció pagos de 500 dólares al año, las redes sociales chinas estallaron en críticas. Un artículo de Washington Post reseñó a algunos comentaristas, quienes señalaron que considerarían tener más hijos si el subsidio fuera diez veces superior al que se ofrece.
Aunque estos pagos del Estado generan distorsiones, como el aumento del déficit presupuestario del país, sumado a la dependencia cada vez mayor de la población a este tipo de subsidios, al régimen chino –que basa su economía en el capitalismo mientras en términos ideológicos impone la agenda comunista– no le queda de otra que activar todos los mecanismos disponibles para evitar que continúe la caída poblacional.
* Oriana Rivas, Periodista venezolana radicada en Buenos Aires. Investigación para las fuentes de política y economía. Especialista en plataformas digitales y redes sociales.
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