Escribe: José Gregorio Martínez*.-
Tras haber perdido su batalla contra Uribe, ahora Gustavo Petro intenta convertir al presidente estadounidense, Donald Trump, en el nuevo “enemigo en común” hacia donde volcar el resentimiento de sus bases como única estrategia que une a la izquierda.
Aunque había asegurado que respeta los fallos judiciales y su deber es “proteger esa decisión, cualquiera que sea”, ahora Gustavo Petro cuestiona al Tribunal Superior de Bogotá. Además, anunció que en represalia iniciaría el viernes la recolección de firmas para convocar a una constituyente. Y de manera forzada intentó involucrar a Donald Trump en los asuntos judiciales de Colombia.
El fallo del Tribunal Superior de Bogotá que absuelvió en segunda instancia al expresidente Álvaro Uribe de todos los cargos por los que había sido condenado cayó como un valde de agua fría para Gustavo Petro y su espacio político, que se disponen a escoger a su candidato presidencial en la consulta del domingo, en medio de una crisis diplomática con Estados Unidos creada deliberadamente por el mandatario izquierdista con la finalidad de echar gasolina a la campaña y en un contexto en el que Iván Cepeda había impulsado su aspiración con el “trofeo” de haber conseguido que Uribe fuera condenado en primera instancia. El senador del Pacto Histórico se había convertido en alfil de Petro para destruir a Uribe y así cantar victoria definitiva sobre el enemigo en común que había creado la izquierda colombiana para sacar provecho electoral: el uribismo. Ahora se desinfla este argumento de campaña y el petrismo debe replantear sus estrategias.
Sin sorpresas, Petro soltó sus habituales comentarios absurdos que exponen su doble moral y adelantan sus próximos pasos. Pese a que había asegurado en julio –tras conocerse la sentencia en primera instancia– que él “no se ha pronunciado” en lo relacionado con el juicio al expresidente Uribe porque respeta la “imparcialidad, independencia y objetividad” de los jueces y su deber es “proteger esa decisión, cualquiera que sea”, hoy lanzó por la borda su supuesto respeto a las instituciones al cuestionar la decisión del Tribunal Superior de Bogotá por no ser de su agrado.
“El Tribunal Superior de Bogotá repite la historia, contradicen a la Corte Suprema de Justicia, y afirma que la interceptación que judicialmente hizo un magistrado de la corte Suprema a un delincuente, en donde aparece la voz de Uribe hablando de sobornos, es intimidad. Así se tapa la historia de la gobernanza paramilitar en Colombia, es decir, la historia de los políticos que llegaron al poder aliados con el narcotráfico y que desataron el genocidio en Colombia”, escribió Petro en su cuenta en X para expresar su inconformidad con el fallo.
El mandatario colombiano fue incluso un paso más allá. Lo que parecía una simple opinión personal se convirtió en una amenaza a todo el país. Y es que el inquilino de la Casa de Nariño –a quien le quedan 10 meses en el cargo– retomó su propuesta de convocar a una constituyente en represalia por la decisión judicial desfavorable a sus intereses. “Los espero en la plaza de Bolívar de Bogotá este viernes para comenzar la recolección de las firmas del poder constituyente”, agregó en su mensaje de reacción a la lectura del fallo del Tribunal Superior de Bogotá.
Petro tampoco desaprovechó la oportunidad de incluir –de manera forzada– al presidente estadounidense Donald Trump, con quien ha buscado en los últimos días rivalizar en el tablero de la geopolítica internacional con una crisis diplomática deliberada, cuyo único propósito es electoral. “Ahora Trump, aliado con estos políticos y con Uribe, buscará la sanción al presidente que denunció en su vida”, escribió en el mismo mensaje sin que la relación tenga mucho sentido. Y para insistir con su relato agregó: “Ha llegado la hora de las definiciones y quien define no es Trump, es el pueblo”, dejando claro que su única intención es plantear una disputa política en el país presentando al republicano como su nuevo archienemigo –tras haber perdido su última batalla contra Uribe– y poniendo a los colombianos en el mismo dilema que el chavismo ha puesto a los venezolano durante más de dos décadas con la falsa encrucijada nacionalista de “o están conmigo o están contra mí”.
* José Gregorio Martínez, Periodista venezolano dedicado a las fuentes de Política y Economía. Editor jefe de PanAm Post. Experiencia previa en medios como NTN24, El Mundo Economía & Negocios, Diario La Verdad y Globovisión.
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