Escribe: Oriana Rivas*.-
Los regímenes comunistas/socialistas siempre llevan a los pueblos a vivir en la miseria y la hambruna. Fauna que habita en algunas partes de Corea del Norte, como el tigre siberiano, sufren las atrocidades y ambiciones del comunismo juche. (X)
Todas las especies nativas mayores a 500 gramos de peso son ilegalmente comercializadas por el régimen de Kim Jong-un. Eso también incluye jabalíes (para comerciar su carne), ciervos (cuyas astas se utilizan en la medicina asiática), o nutrias (para vender sus pieles).
Tras casi 80 años de comunismo, Corea del Norte no solo se convirtió en uno de los países más herméticos del mundo, sino que debido a las medidas coercitivas sobre la economía ordenadas por el régimen de la familia Kim, la población padece hasta la actualidad una grave crisis alimentaria. Solamente entre los años 2020 y 2022 se calculaba que 45,5% de sus habitantes sufría subnutrición, es decir, tenían una dieta sin los requerimientos necesarios para mantener una vida saludable, según un reporte presentado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU por Elizabeth Salmón, relatora especial sobre Corea del Norte.
El resultado es que los norcoreanos tienen que recurrir a fuentes de proteínas poco habituales. De criar cisnes negros ornamentales (los cuales no son tradicionalmente una fuente de alimentación) para producir carne, como trascendió en el año 2021, ahora especies protegidas como el tigre siberiano; el leopardo del Amur, uno de los grandes felinos más raros del mundo; y el oso negro sufren las atrocidades del comunismo juche. Así lo revela un reciente estudio: la vida silvestre es utilizada como recurso económico estatal. Los hallazgos muestran que, tras el colapso de la economía de Corea del Norte en la década de 1990, “ha surgido un floreciente mercado negro de productos de fauna silvestre, tanto para el consumo local como para el comercio transfronterizo con China”.
Todas las especies nativas mayores a 500 gramos de peso son blanco del régimen de Kim Jong-un. Eso también incluye jabalíes (para comerciar su carne), ciervos (cuyas astas se utilizan en la medicina asiática), mapaches (para consumo de carne y tráfico) o nutrias (para vender sus pieles), indica Joshua Elves-Powell, profesor de asociado de Conservación de la Biodiversidad y Ecología de la University College London (UCL), en este estudio. Debido al hermetismo que padece Corea del Norte y su consecuente poco acceso a fuentes oficiales, acudió a testimonios de desertores mayores de edad y que abandonaron el país entre 1950 y 2020 hacia Corea del Sur y Reino Unido.
El papel del comunismo en el mercado negro de animales
Lejos de reconocer el deplorable manejo de la economía, la dictadura de Kim Jong-un traslada sus errores a la población de a pie. Era el año 2021 cuando el dictador pidió a los ciudadanos hambrientos que se “apretaran el cinturón” y comieran menos hasta 2025. Una de las excusas fue el cierre de la frontera con China, ordenada durante la pandemia por coronavirus, lo que ahogó el poco comercio que ingresaba desde el exterior. Sin embargo, llegado este año, la crisis continúa demostrando una vez más las mentiras sobre las que se sostiene la dictadura norcoreana.
El propio autor de la investigación reitera que lo más sorprendente es que el comercio oculto de vida silvestre no solo ocurre en el mercado negro. El propio Estado norcoreano “parece beneficiarse de la explotación ilegal e insostenible de la fauna silvestre” aunque esta está protegida por la propia legislación norcoreana.
Otro dato es que debido al control de armas, para cazar animales se utilizan redes y lazos que capturan de forma indiscriminada. Tampoco lo hacen cazadores profesionales, sino soldados o personas que participan en el mercado negro. En pocas palabras, Corea del Norte se convierte en un agujero negro donde la legislación padece frente a la ambición del régimen comunista por llenar sus bolsillos y porque la población no puede acceder libremente a una alimentación adecuada.
Mientras tanto, Kim Jong-un continúa hablando de convertir al país en “el mejor paraíso socialista del mundo” aunque es evidente que este modelo solo reporta fracasos, como ha quedado demostrado en otras naciones donde se ha aplicado como Cuba, Venezuela o la Unión Soviética.
* Oriana Rivas, Periodista venezolana radicada en Buenos Aires. Investigación para las fuentes de política y economía. Especialista en plataformas digitales y redes sociales.
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