Escribe: José Gregorio Martínez*.-
Esta enorme caída en la exportación de petróleo venezolano a EE.UU. obedece a la cancelación de la Licencia General 41 a Chevron, que luego recibió una licencia limitada que ha demostrado permitir actividades extremadamente reducidas.
Tan solo 175.000 barriles de crudo procedentes de Venezuela recibieron Estados Unidos durante todo julio, un cargamento inferior a los despachos de dos días de junio y equivale a apenas medio día de julio del año pasado. El desplome en comparación con el mes anterior fue de 93,5%.
La oferta que hizo Nicolás Maduro a Donald Trump apenas el republicano volvió a la Casa Blanca, de facilitarle acceso al petróleo venezolano a cambio de una convivencia pragmática, no dio resultado. Con el rescate de todos los estadounidenses presos en cárceles venezolanas, que el régimen chavista usaba como fichas de cambio, llegó nuevamente la línea dura de Washington bajo la dirección del magnate neoyorquino. El mayor despliegue del Pentágono en el Caribe contra el narcotráfico, con el foco puesto sobre Venezuela, ha presionado al sucesor de Hugo Chávez a tal punto que el lunes 29 de septiembre firmó un decreto de conmoción externa para “actuar en materia de defensa y seguridad” con una serie de “poderes especiales” en caso de una “agresión” de EE.UU. Pero hay un detalle no menor que se debe tomar en cuenta. Y es que Trump no solamente rechazó la oferta petrolera de Maduro, sino que además movió sus fichas para dejar de recibir crudo venezolano justo antes de iniciar la ofensiva militar a pocos kilómetros de las costas venezolanas, que ha dejado un saldo de al menos cuatro lanchas hundidas y un total de 17 muertos como consecuencia de estos ataques cinéticos, según los reportes oficiales.
Apenas 175.000 barriles de petróleo venezolano llegaron a puertos estadounidenses durante todo el mes de julio, lo que equivale a un promedio de tan solo 5.833 barriles diarios, de acuerdo con los últimos datos publicados por la Administración de Información Energética de EE.UU. (EIA, por sus siglas en inglés). Esta cifra es insignificante y se acerca a una paralización total, considerando que en junio se despacharon 2,7 millones de barriles de crudo extraído de Venezuela, equivalentes a 89.533 barriles diarios en promedio. Es decir, los envíos de todo julio fueron inferiores al cargamento despachado en dos días en el mes anterior. La comparación en términos porcentuales es absurda. El desplome fue de 93,5%. Inmediatamente después, el 14 de agosto, se inició el despliegue de tropas estadounidenses en el sur del Caribe.
Una licencia muy limitada
Esta enorme caída en la exportación de petróleo venezolano a EE.UU. obedece a la cancelación de la Licencia General 41 a Chevron, que se concretó a finales de mayo. Y aunque posteriormente Washington otorgó una nueva licencia limitada a la petrolera estadounidense para mantener ciertas operaciones en Venezuela –lo que fue celebrado por el chavismo como una victoria–, los números de la EIA demuestran que las actividades de extracción y comercialización con este nuevo permiso son extremadamente reducidas. La diferencia es aún más notoria si la cifra de julio de este año se compara con la del mismo mes de 2024, cuando se registró un pico de 9,7 millones de barriles de petróleo venezolano enviados a Estados Unidos, que representaron un promedio de 321.700 barriles diarios. Dicho de otra manera, en todo julio de 2025 se exportó a EE.UU. la misma cantidad que se despachó en julio del año pasado en medio día.
El descenso comenzó desde abril, cuando la Administración republicana anunció su intención de cancelar la licencia de Chevron. En diciembre pasado y enero de este año los envíos mensuales se mantuvieron por encima de los 9,2 millones de barriles. En febrero hubo una corrección hasta los 6,2 millones, pero en marzo la cifra repuntó hasta los 8,1 millones. Sin embargo, desde abril la tendencia negativa ha sido imparable, al pasar de 5,3 millones ese mes a 4,1 millones en mayo, para luego caer a 2,7 millones en junio y finalmente desplomarse en julio a tan solo 175.000. La tendencia recuerda lo ocurrido en 2019, cuando Donald Trump impuso las sanciones petroleras al régimen de Nicolás Maduro durante su primer mandato, comenzando entonces el descenso paulatino desde los 19,6 millones de barriles registrados en enero de ese año hasta una insignificante cifra de 7.000 barriles en junio, para finalmente quedar las casillas en cero durante tres años y medio.
* José Gregorio Martínez, Periodista venezolano dedicado a las fuentes de Política y Economía. Editor jefe de PanAm Post. Experiencia previa en medios como NTN24, El Mundo Economía & Negocios, Diario La Verdad y Globovisión.
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