Escribe: José Gregorio Martínez*.-
Gustavo Petro se ha propuesto desmentir a Estados Unidos y otros países como Argentina, Paraguay, Ecuador y República Dominicana, que han declarado al Cartel de los Soles como “organización terrorista transnacional”. ¿Será socio?
“En nuestras investigaciones judiciales sobre el narcotráfico no aparece un cartel de los soles” dijo el pasado miércoles 17 de septiembre el presidente colombiano, Gustavo Petro, quien además aseguró que los miembros del Tren de Aragua solo son “migrantes excluidos” y que, por lo tanto, “no se pueden denominar como terroristas”
Por lo menos sospechoso resulta para la oposición colombiana la insistencia del presidente Gustavo Petro en negar la existencia del Cartel de los Soles, mientras Estados Unidos mantiene un despliegue militar en el sur del Caribe con el propósito de acabar con este grupo que estaría dirigido por Nicolás Maduro, de acuerdo con las acusaciones de la justicia estadounidense. Y este miércoles, el mandatario colombiano reiteró su posición al respeto, pero además incluyó en su defensa al Tren de Aragua, la banda transnacional que se originó en cárceles venezolanas y se ha expandido por el continente. Se trata de dos organizaciones vinculadas con el crimen organizado que han sido declaradas por EE.UU. como “terroristas”, lo que Petro refuta constantemente, desafiando así al gobierno del presidente Donald Trump, que acaba de descertificar a Colombia en su lucha contra el narcotráfico por primera vez en las últimas tres décadas.
“En nuestras investigaciones judiciales sobre el narcotráfico no aparece un ‘cartel de los soles’”, dijo Petro en su cuenta en X en respuesta a un video donde su ministro de Defensa, Pedro Sánchez, declara a los medios que con base en un documento que se llama “Análisis de las capacidades críticas de la amenaza” solo han identificado tres grupos grandes que constituyen “amenaza criminal, amenaza terrorista”, y estos serían: el cartel del Clan del Golfo, el cartel del eln y el cartel de las “disidencias” de las farc “en todas sus variaciones”, según señaló el ministro, quien agregó que estos grupos “se fracturan entre ellos porque su interés es las drogas, es la ambición, no la ideología”.
Esta declaración sirvió a Petro para salir nuevamente en defensa del Cartel de los Soles, cuya existencia ha negado recientemente en varias oportunidades. “El Cartel de los Soles no existe”, dijo el mes pasado, porque según su opinión, “es la excusa ficticia de la extrema derecha para derribar gobiernos que no les obedecen”, aunque en 2020, desde la oposición, aseguró que “el Cartel de los Soles estaba en Colombia”, al que además calificaba entonces como “un ejército ético”.
Ahora, Petro se ha propuesto desmentir a Estados Unidos y otros países como Argentina, Paraguay, Ecuador y República Dominicana, que han declarado al Cartel de los Soles como “organización terrorista transnacional”. Incluso el Senado de Colombia dio el primer paso el pasado martes 16 de septiembre para sumarse a esta iniciativa al aprobar la resolución con 33 votos a favor y 20 en contra.
Por su parte, Petro se dedica a dar otras explicaciones sobre el tráfico de drogas a Venezuela. “La cocaína que llega a Venezuela en Apure, llega desde el centro de nuestro país. En Arauca no hay cultivos de hoja de coca, luego la cocaína que se pueda embarcar en Apure, tiene como origen regiones cercanas a Bogotá. Del lado del Catatumbo la cocaína es manejada por los grupos armados que se han fortalecido allí desde que cerraron la frontera”. Y como si no fuera suficiente con negar la existencia del Cartel de los Soles, Petro también rechazó que se califique como “terrorista” al Tren de Aragua porque –a su juicio– solo se trata de personas “excluidas”, tal como argumenta la nefasta doctrina Zaffaroni, que ve al delincuente como una víctima de la sociedad, al delito como una creación política y al proceso penal como una farsa de los poderosos para imponer penas sin legitimidad, de acuerdo con las ideas que inspiró el juez argentino Raúl Zaffaroni, que luego de integrar la Corte Suprema del país sudamericano entre 2003 y 2014 formó parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) entre 2016 y 2022.
“Del tren de Aragua hemos capturado decenas de integrantes, se componen de migrantes excluidos llegados de Venezuela y dedicados a actividades delincuenciales que no se pueden denominar como terroristas”, agregó el mandatario colombiano, quien llegó al poder prometiendo una utópica “paz total” con programas como “pagar para no matar” bajo los principios de esa doctrina abolicionista, que faltando menos de un año para terminar su mandato sigue siendo una asignatura pendiente.
* José Gregorio Martínez, Periodista venezolano dedicado a las fuentes de Política y Economía. Editor jefe de PanAm Post. Experiencia previa en medios como NTN24, El Mundo Economía & Negocios, Diario La Verdad y Globovisión.
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