Escribe: Luis Hernando Granada C.*.-
Ninguna suma les alcanza a los criminales de la mafia transnacional comunista/socialista; el despilfarro se realiza sin compasión con un pueblo que cada día se ve en dificultades para sobrevivir ante la avalancha de impuestos.
La semana anterior hice un esbozo muy generalizado sobre las aberraciones y desmanes económicos que ha cometido Gustavo Petro, en su afán por arruinar al país y entregarle nuestros recursos a la mafia transnacional comunista/socialista.
Analizando cada una de las reformas, ninguna de ellas, contiene fundamentos y concepciones favorables para el pueblo. Por el contrario, todas ellas son nocivas y marcan la decadencia de un país y la ineptitud y la corrupción de alguien que superó los límites de la maldad como gobernante.
Lo cierto es que ni el Congreso de la República, ni ningún ente de control y mucho menos el pueblo, pueden seguir convertidos en apátridas y cómplices de un personaje siniestro al cual ningún presupuesto le alcanza debido a su carácter derrochón.
La última “perla” en este sentido, fue que el ministro de Hacienda, Germán Ávila, radicó ante el Congreso, otra criminal pretensión del psicópata: la Ley de financiamiento o disfrazada Reforma Tributaria, alegando que era necesaria para garantizar “la estabilidad de las finanzas” del país.
Dicha justificación se cae de su peso, porque solo en viajes, el psicópata ha dilapidado innecesariamente más de 70.000 millones en giras; giras y paseos para reunirse con sus secuaces de la mafia transnacional comunista/socialista.
Y contrario a lo que debería hacer, no hay recorte en el gasto público. Por el contrario, aumentó innecesariamente toda la nómina en más del 40%; aumentó el número de “bodegueros” para que lo alaben a través de las redes; se inventó un stand en Osaka por 10 millones de dólares para vender lechona mexicana; sí; lechona mexicana, aunque haya dicho –como el más experto mentiroso–, que la lechona era tolimense.
Y las cifras jamás cuadran ni el dinero aparece
De la mayoría de colombianos es conocido que los comunistas, socialistas, progresistas o populistas, o como se quieran llamar, son expertos en tapar sus heces y en ellas se incluyen las cifras.
En mi libro “La gran farsa de la Izquierda” catalogué a la JEP como un bodrio anticonstitucional o un capricho del camarada Juan Manuel “Chucky” Santos. En otras palabras, la JEP podría ser considerada como otro de los muchos “puticlubs” que existen. Esta –la JEP–, fue creada para favorecer y absolver a los narcoterroristas y condenar –sin piedad y sin acerbos probatorios calificados–, a militares, policías y políticos de la oposición.
Pero veamos algo de cifras: En 2025, el presupuesto asignado a la JEP superó el monto de $1.026 billones –con b–, de pesos colombianos como presupuesto total anual. Y el pueblo, pague, pague y pague.
Pero esta no es ni la suma total ni la más exacta: La nómina no será igual al presupuesto total, ya que éste incluye otros gastos además de salarios (funcionamiento, infraestructura, inversión, entre otros).
En conclusión, la nómina mensual de la JEP en 2025 podría oscilar aproximadamente entre $35.000.000.000 y $50.000.000.000… Dije mensual y está correcto. Esta cifra habría que multiplicarla por doce –meses del año– y el resultado, multiplicarlo por tres –los tres años de desgobierno y corrupción–. Qué tristeza, qué dolor de patria. ¿Cómo es posible que el psicópata no le haya puesto fin a este bodrio?… ¿Será porque le conviene tener aliados criminales en todas partes?…
Analicemos brevemente otro despilfarro: El ministerio de la igualdad, otro capricho del psicópata; otro bodrio que no ha presentado un solo proyecto de ley y lo único que ha “gestionado” mensualmente es la nómina. Sin embargo, a la fecha y mal contados tiene 744 “funcionarios” –léase activistas o mamertos–, que en la práctica hacen posible la multiplicación de los votos.
Pero bueno; para rematar este punto, multipliquen $50.000´000.000 por doce meses y este resultado multiplíquenlo por tres, los tres años de saqueo al erario público, y todo a costa del sudor de los colombianos.
Para rematar por hoy –aunque quedan muchos rubros en el tintero–, me referiré a la publicidad –engañosa desde luego–. Y digo engañosa, porque diariamente se escucha en las emisoras, que la Agencia Nacional de Tierras le está entregando tierras a los campesinos; mienten: la tierra que están entregando se les está concediendo a los mismos guerrilleros que por lo general las venden o las arriendan. Hablan, a través de la misma publicidad engañosa, que la seguridad ha mejorado, pero las masacres aumentan, el sicariato, los secuestros, las extorsiones aumentan cada día, y Colombia ha retrocedido a la época del malandro Pablo Escobar, ex socio del psicópata de turno.
Según cifras suministradas, son $63.500´000.000 lo que el “gobierno” derrocha en publicidad engañosa. Y la verdad, a medida que uno va investigando, va quedando estupefacto ante las escandalosas cifras, todas ellas maquilladas; todas ellas dilapidadas con el ánimo de mantener una mentira y asegurar el poder por muchos años más.
Aun así, a pesar del criminal derroche, Colombia no requiere ni de una nueva reforma tributaria ni de una ley de financiamiento, porque vale la pena preguntarle al psicópata genocida: ¿Dónde está el dinero por el remate o venta de los bienes incautados a los criminales narcoterroristas a través de la extinción de dominio?… ¿Dónde están las caletas de estos mismos criminales?… ¿Dónde está el dinero que deben y tienen que devolver los secuaces del psicópata acusados de robo al erario público?… Y para que terminen riéndose de las desfachateces del psicópata: ¿Dónde están las utilidades por la venta de las 10´000.000 toneladas de lechona mexicana vendidas en Osaka Japón y preparadas con los 10´000.000 de marranos que “votaron” por Petro?
Y a futuro: ¿Hasta cuándo el psicópata va a seguir patrocinando la delincuencia de los vándalos de la primera línea otorgándoles $1´000.000 de pesos mensuales?… ¿Y hasta cuándo va a seguir patrocinando a los vagos de las llamadas guardias indígenas para que lo ayuden a llenar las plazas públicas donde se presenta a hablar babosadas?… ¿Y hasta cuándo va a seguir dilapidando nuestro dinero sosteniendo la farsa de la “paz total” con los miembros de sus futuros colectivos petristas?
Andamos mal; vamos hacia el abismo y la única opción que tenemos los colombianos para salvarnos de la desgracia, es rechazar cualquier candidato de izquierda y estar atentos, siempre vigilantes de las acciones de la izquierda, porque la trampa está lista para el 2026.
* Luis Hernando Granada C., Periodista, Publicista con más de 50 años de experiencia. Ex subdirector de la Revista El Congreso, ex Director y colaborador de varios medios de comunicación escritos, impresos y digitales. Autor de la Novela “El Imperio del terror” y de los libros “¿Y cómo es la vuelta?” y “La gran farsa de la izquierda” y Gestor Cultural del Tolima.
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Por donde quiera que haya pasado la izquierda con sus caretas de comunismo, socialismo, progresismo, etc. lo único que han dejado es miseria y muerte. Luis Hernando Granada, el autor de la obra, realizó una investigación que data desde el siglo XVII y hasta nuestros días, con datos inverosímiles y crueles
