Escribe: José Gregorio Martínez*.-
En medio del luto que vive Colombia por el asesinato del senador Miguel Uribe, Gustavo Petro compromete la seguridad y la economía del país por el simple capricho de defender el proyecto autoritario de la extrema izquierda en la región ofreciendo apoyo militar a Nicolás Maduro. (PanAm Post)
No conforme con invocar la muerte, citando al Libertador Simón Bolívar para provecho político personal, lo que sin duda ha alimentado la radicalización y elevado la polarización, Gustavo Petro ahora se alinea militarmente con Nicolás Maduro, pretendiendo usar a las Fuerzas Armadas de Colombia para defender al régimen venezolano de “cualquier operación militar” de EE.UU.
Colombia está de luto. El fallecimiento del senador y precandidato a la Presidencia, Miguel Uribe Turbay, tras sufrir un atentado en medio de un mitin de campaña en Bogotá hace dos meses, no solo deja un enorme dolor a su familia sino también una herida abierta a un país que en los últimos años parecía estar dejando atrás la violencia política que hasta los 90 se cobró la vida de otros cinco aspirantes a gobernar la nación sudamericana. Hoy, este hecho tiene detrás un particular factor que eleva las tensiones faltando un año para las elecciones: el discurso violento oficialista y la alineación del gobierno, incluso militar, con regímenes autoritarios como el de Venezuela.
La invocación de la muerte por parte del presidente Gustavo Petro, citando al Libertador Simón Bolívar y enarbolando su bandera de “guerra y muerte” para provecho político personal, sin duda ha alimentado la radicalización y elevado la polarización. Pero no conforme con esto, mientras Miguel Uribe agonizaba el mandatario colombiano empujaba el país a una guerra ajena al anunciar su “orden dada” a las Fuerzas Armadas de defender a la dictadura de Nicolás Maduro si ocurre alguna “operación militar” por parte de Estados Unidos en el marco de la directriz del presidente Donald Trump al Pentágono de usar la fuerza contra los cárteles de la droga en la región, justo dos semanas después de haber incluido en la lista de organizaciones terroristas al venezolano Cártel de los Soles, que según la justicia estadounidense lidera el propio Maduro, por quien se ofrece una recompensa de 50 millones de dólares por su captura, la más alta en la historia tras duplicar la semana pasada el monto.
“Transmito públicamente mi orden dada, como comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia. Colombia y Venezuela son el mismo pueblo, la misma bandera, la misma historia. Cualquier operación militar que no tenga aprobación de los países hermanos es una agresión contra Latinoamérica y el Caribe. Es una contradicción fundamental a nuestro principio de libertad. Libertad o muerte, grito Bolívar, y el pueblo se sublevó”, escribió Petro en su cuenta en X, desatando una ola de críticas por estar empujando el país a un posible conflicto bélico con EE.UU. por defender a Maduro.
Una tóxica e incoherente alianza
En la oposición colombiana se han encendido las alarmas, ya que el dictador venezolano además de estar siendo solicitado por la justicia del país norteamericano por delitos de narcotráfico, hoy también sigue en la mira de la comunidad internacional por el fraude cometido en las elecciones presidenciales del 28 de julio del año pasado, demostrado con las actas publicadas tanto por la oposición como por observadores internacionales acreditados por el propio Consejo Nacional Electoral (CNE) como el Centro Carter. Incluso Petro pidió en ese momento la publicación de las actas por parte del organismo electoral venezolano o el oficialismo para poder reconocer los resultados de los comicios, pero luego decidió mirar para otro lado y pasar la página, al punto de acordar la creación de una polémica zona binacional con Maduro.
“No sea irresponsable al pretender instrumentalizar a las Fuerzas Armadas de Colombia, comprometidas con la defensa de la Constitución y el Estado de derecho, para defender a un tirano acusado de narcotráfico y líder del Cártel de los Soles, por quien Estados Unidos ofrece una recompensa de 50 millones de dólares. No se equivoque, señor Gustavo Petro: usted no está por encima de la Constitución y la ley. Ordenar a las Fuerzas Armadas de Colombia que empuñen las armas para defender al dictador de Venezuela es traición a la patria”, advirtió en un comunicado el Centro Democrático, partido al cual pertenecía el senador Miguel Uribe, cuyo fallecimiento tiene de luto a Colombia.
¿Qué tiene Petro que defender en Venezuela?
El presidente colombiano llegó incluso al punto de compartir en sus redes sociales un video de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) de Venezuela, al servicio del régimen de Maduro, donde se lanza desde Caracas un desafío a Washington, comprometiendo a Colombia frente a su principal socio comercial, que bajo el liderazgo de Trump no duda en imponer elevados aranceles a cualquier país que considere una amenaza para sus intereses, su seguridad, la democracia y los derechos humanos, como ocurrió con el caso de Brasil, país al que EE.UU. castigó con un alto arancel de 50% por la persecución judicial contra el expresidente Jair Bolsonaro, estrecho aliado de Trump en su primer mandato.
Ahora, en medio del luto que vive Colombia, Petro compromete la seguridad y la economía de su país por el simple capricho de defender el proyecto autoritario de la extrema izquierda en la región, una jugada que podría ir más allá de una simple solidaridad automática, según agrega el Centro Democrático en su comunicado: “En lugar de tratar de llevar a Colombia a una guerra insensata, presidente, debería contarle a los colombianos cuál es su compromiso secreto con el dictador Maduro que pueda comprometer la soberanía e intereses de Colombia”. La duda razonable asoma una pregunta válida: ¿Qué tiene Petro que defender en Venezuela?
* José Gregorio Martínez, Periodista venezolano dedicado a las fuentes de Política y Economía. Editor jefe de PanAm Post. Experiencia previa en medios como NTN24, El Mundo Economía & Negocios, Diario La Verdad y Globovisión.
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