Varias mujeres artesanas elaboran productos tejidos con fibras naturales, sentadas al aire libre en un ambiente rural rodeado de vegetación.
Entre el sol y más cerca de la superficie fértil del Tolima, campesinos sembraron con sus manos los productos de la tierra para alimentar a varias generaciones de tolimenses y foráneos.
Entre los campesinos y el sol, un producto tejido servía de mediador para que los rayos solares fueran más amables con los trabajadores y les permitieran cumplir las labores del campo durante las horas más productivas del día. Este producto nace de la palma real. Sus cogollos son elegidos por palmeros experimentados, que se internan en la vegetación más espesa para recolectar con suma destreza la materia prima.
Las ramas selectas se cocinan, se secan al sol y al sereno para que lleguen a su aspecto final, que permite ser manipulado y tejido por artesanas y artesanos que recibieron el conocimiento como herencia de sus ancestros.
En algunos municipios del Tolima, la fabricación artesanal de sombreros de palma real es una cadena productiva que constituye la principal fuente de ingresos para el sustento de las familias.
Como es el caso de las más de 30 familias que conforman la asociación Asolpalguamo, que se juntaron para tejer, innovar, crecer y proteger la fabricación auténtica de productos de la palma real creados con técnicas ancestrales.
Una ordenanza en el 2010 otorga el reconocimiento al sombrero tradicional tolimense de palma real como símbolo de la cultura, el folclor y las costumbres autóctonas del Tolima. Salvaguardar este producto tradicional está en manos de todos, al comprarlo y portarlo con orgullo.
Te invitamos a celebrar el Día del Sombrero este 23 de junio a partir de las 8 a.m. en el Parque Manuel Murillo Toro. Ven y disfruta de una jornada llena de tradición, cultura y la oportunidad de apoyar a los artesanos locales.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * *

Cada día el ser humano comete mínimo cinco errores: pagamos un almuerzo o compramos baratijas con tarjetas de crédito y a seis o doce meses; caemos en la trampa de la publicidad engañosa; nos dejamos llevar por las etiquetas de mercancía extranjera hecha en nuestro país, etc. Luis Hernando Granada, el autor de esta obra, nos relata cientos de trampas y engaños para evitar volver a caer.
