Escribe: Marcelo Duclos*.-
La suerte de Cristina Fernández quedaba prácticamente sellada y el kirchnerismo comenzó con la estrategia comunicacional de la supuesta proscripción y las amenazas de caos social en caso de una condena definitiva, pero ya no había nada que hacer. (PanAm Post)
Repasamos los principales hechos de un espacio político que dejó a más de medio país por debajo de la línea de pobreza y que terminó generando la llegada del primer presidente libertario del mundo.
Aunque la historia en el gobierno nacional de los Kirchner comenzó en 2003, para comprender el fenómeno en su total dimensión hay que irse un poquito más lejos. Néstor Carlos Kirchner fue electo intendente de Río Gallegos en 1987 y gobernador de Santa Cruz en 1991. Quienes seguían la política de cerca desde entonces, sabían bien que el mandatario provincial y su esposa manejaron el poder con total discrecionalidad, atentaron contra la libertad de prensa, vulneraron la división de poderes y hasta hicieron desaparecer fondos millonarios provenientes de la Nación, en el marco de las privatizaciones y sus correspondientes fondos coparticipables. Es decir, quienes los conocían, no se sorprendieron de lo sucedido después en Argentina. Ellos alertaron y no fueron escuchados.
2003: La carambola del destino: El arribo de Néstor Kirchner a la Presidencia fue una carambola de la política y el destino. El contexto era el de un peronismo dividido, con el exinterino Adolfo Rodríguez Saa, el expresidente Carlos Menem y Eduardo Duhalde, quien buscaba un delfín para ganarle a su excompañero de fórmula de 1989. Primero probó con Carlos Reuteman, pero el exmotonauta no quiso confrontar con Menem por razones de amistad y lealtad personal. Luego buscó a José Manuel de la Sota, el cual nunca pudo levantar en las encuestas.
Finalmente, se decidió por el gobernador del sur, cuyo único mérito era ser desconocido para la gran mayoría del electorado. Consiguió el 22% de los votos y el segundo lugar, pero accedió a la Presidencia porque Menem (en primer lugar) se bajó del balotaje.
2005: Jubilar al padrino que los llevó al poder: En las primeras elecciones de medio término, el matrimonio Kirchner dejó en claro que iba por todo y no pensaban compartir el poder con nadie. Con la candidatura de Cristina Fernández como senadora, confrontaron con el duhaldismo en la provincia de Buenos Aires y se impusieron cómodamente a fuerza de un aparato que ya había cambiado de mano. Comenzaba la hegemonía total dentro del peronismo.
2007: El plan de intercalar presidencias: A pesar de haber implementado un modelo absolutamente insustentable, los Kirchner tuvieron un primer mandato holgado, luego de la crisis del 2001. Infraestructura sólida producto de las privatizaciones de los noventa, precios internacionales a medida de un populismo irresponsable y una máquina de imprimir pesos que había sido liberada luego de una década de convertibilidad. Las voces responsables advirtieron, pero la coyuntura y una falsa sensación de bienestar fue más fuerte. Cristina Fernández fue electa presidente y comenzaba un plan que no era ningún secreto: la idea de un mandato cada uno.
2010: La muerte que complicó los planes: Los planes de intercalar mandatos (Argentina habilita la reelección, pero luego hay que dejar el poder, aunque sea por un turno) se vieron frustrados con la muerte de Néstor Kirchner, por problemas cardíacos. CFK necesitaba barajar y dar de nuevo. Por eso, comenzó a recostarse en la izquierda de su movimiento transversal, radicalizando el proceso kirchnerista.
2011: La reelección de la viuda: Aunque el referente opositor a estas instancias era el intendente capitalino, Mauricio Macri, el líder del PRO le hizo caso al consejo de su estratega Jaime Durán Barba y le salió muy caro a los argentinos: “No se le puede ganar a una viuda”. Sin mayores referentes como contrincantes, CFK fue reelecta en primera vuelta con el 54% de los votos, mientras Macri se reelegía en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
2012: El freno en las calles: Con un modelo económico mostrando ya sus grietas y sabiendo que ya no había reelección posible para el próximo mandato, el kirchnerismo empieza a coquetear con la idea de una reforma constitucional. La fallecida Diana Conti, exdiputada nacional, llegó a decir que ellos soñaban con el proyecto de una “Cristina eterna”, pero la respuesta de la ciudadanía fue contundente. El 8 de noviembre, conocida en la historia como el “8N”, millones de personas salieron a la calle en todo el país y no estaban dispuestos a tolerar ninguna aventura del estilo chavista. El gobierno comprendió que no había margen para sus planes de máxima y comenzó la retirada.
2015: La pérdida del poder y la resistencia en la oposición: Sin Cristina Fernández en la boleta y con el peronismo en crisis, la dupla Scioli-Zannini cayó ante Mauricio Macri y por primera vez en doce años el kirchnerismo estuvo fuera del poder. Mantuvieron caja y estructura con los intendentes afines, por lo tanto, pudieron soportar un gobierno que no se animó a hacer cambios estructurales y fracasó en el ámbito más importante: el económico.
2018: La causa Vialidad a juicio oral: Luego de dos años de instrucción, el juez Julián Ercolini da por finalizada la etapa de investigación de la causa Vialidad, que había comenzado en los medios de comunicación. El fallecido periodista Jorge Lanata puso el ojo en la corrupción de la obra pública y las denuncias comenzaron a aparecer lentamente en la Justicia. Iniciaba el proceso del juicio oral y público del casoque terminó con la carrera política y la libertad de Cristina Fernández de Kirchner.
2019: El regreso y el peor gobierno de la historia: Aunque el fracaso económico de Macri generó una desilusión importante en buena parte del electorado que votó por Cambiemos en 2015, la imagen de Cristina Fernández no permitía garantizar ningún triunfo. Los casos de corrupción eran cada vez más evidentes y si bien la ciudadanía no estaba dispuesta a renovar el voto de confianza en Macri, tampoco apoyaría masivamente a la expresidente.
Por necesidad y sin opción alguna si deseaba recuperar el poder, sobre todo en un contexto donde el panorama judicial se complicaba más y más, CFK apeló a un plan que nunca hubiese sido su primera opción: nominar a Alberto Fernández, un exministro suyo que la cuestionó duramente y terminó abandonando el gobierno, para conformarse con la vicepresidencia.
El plan funcionó para ganar las elecciones y poder cruzar el umbral de los 70 años en libertad. Esa es la edad establecida como mínima para solicitar una eventual prisión domiciliaria, la cual sus abogados acaban de pedir esta mañana luego de la condena definitiva de ayer. Ese fue el único “logro” del Frente de Todos, que terminó siendo para todos los analistas argentinos “el peor gobierno de la historia”.
2022: La condena en primera instancia: En el epílogo del desastre del gobierno albertista, CFK recibe la noticia de la condena por parte del Tribunal Oral Federal 2 en el marco de la causa Vialidad. El cerco comenzaba a cerrarse, pero todavía faltaban los fallos de Casación y la Corte Suprema de Justicia. Sin embargo, el destino parecía escrito.
2023: El triunfo del rival más incómodo: Tan serio fue el desastre del estatismo kirchnerista en Argentina, que un liberal libertario terminó ganando las elecciones presidenciales. A diferencia de Macri en 2015, Javier Milei atacó duramente los principios morales y éticos de las políticas redistributivas, generando una revolución cultural más allá de las políticas públicas y el saneamiento económico.
El presidente dio la batalla en el lugar donde el kirchnerismo se había vuelto hegemónico y la ganó, al punto que hoy la gran mayoría de los jóvenes se identifican más con las ideas libertarias que con el estatismo kirchnerista.
2024: Casación va confirmando lo inevitable: El 13 de noviembre, el tribunal de Casación avaló lo dicho por el TOF y la suerte de Cristina quedaba prácticamente sellada. El kirchnerismo comenzó con la estrategia comunicacional de la supuesta proscripción y las amenazas de caos social en caso de una condena definitiva, pero ya no había nada por hacer.
2025: La condena definitiva y la cárcel: Promediando la tarde del 10 de junio de 2025, la Corte Suprema de Justicia publicó el fallo de la condena definitiva, argumentando que nada tiene que aclarar o contradecir de lo que aconteció en las dos instancias judiciales previas del TOF 2 y Casación. Cristina Elizabeth Fernández de Kirchner, exdiputada, exsenadora, expresidente y exvicepresidente, quedaba condenada a seis años de prisión y a inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por corrupción en la obra pública.
Más allá de las especulaciones, es indudable que se hizo justicia. Por algo el kirchnerismo sigue apelando a la cuestión política y a la supuesta proscripción, pero nada dicen de la causa. Ni ella misma se animó a proclamar su inocencia, cuando en la provincia de Santa Cruz están a la luz del día las obras realizadas por empresas cartelizadas de sus testaferros. “Empresarios” que se hicieron multimillonarios con la obra pública y cuando Néstor Kirchner era gobernador, eran simples empleados bancarios en entidades provinciales.
* Marcelo Duclos, nació en Buenos Aires en 1981, estudió periodismo en TEA y cursó la maestría de Ciencias Políticas y Economía en Eseade. Excolumnista de opinión invitado de Perfil, Infobae, entre otros medios. Fue productor de POP Radio y encargado de noticias, docente de Estructura Económica Mundial y responsable de comunicación de la F. Naumann entre 2010 y 2022. Aficionado a la gastronomía, el mundo del vino y actualmente estudiante de sommelier. Músico y coleccionista de Queen.
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