Escribe: Luis Hernando Granada C.*.-

Los vándalos –carentes de educación, valores y principios–, al igual que los vagos indígenas, sindicalizados y criminales, salen a destruir todo a su paso, a cambio de las sucias monedas que les ofrece el psicópata Petro.

Su misión está clara: seguir en el poder para cumplirle a la mafia transnacional comunista/socialista. Su estrategia: seguir organizando una gran banda criminal que lo apoye a través de marchas y paros pagados buscando el apoyo de criminales de bajo y alto rango, entre los que se incluyen a miembros de su “gabinete”, indígenas vagos, vándalos de la primera línea, narcoguerrilleros, sindicalizados, influencers pagados y funcionarios públicos arrodillados al psicópata a cambio de unas sucias monedas.

Nada de lo anterior es de extrañar y así lo registré en mi libro “La gran farsa de la izquierda”. Para mí todo estaba claro porque a través de la historia, la izquierda, el socialismo, el comunismo, el progresismo o como le quieran llamar, solo ha dejado a su paso, pobreza y muerte. Por eso debo recordar, que Petro, como sicario de esta mafia transnacional comunista/socialista, no posee una hoja de vida sino un prontuario delictivo desde sus 17 años cuando empezó a delinquir.

Lo que resulta inconcebible ahora, es que los maestros o profesores, esos seres a los cuales les confiamos nuestros hijos para que los eduquen, ahora de manera descarada de parte de los “educadores” reciban, a cambio de conocimientos, el adoctrinamiento descarado y cínico por parte de estos seres apátridas, que se formaron, según era de esperarse, para educar a los jóvenes.

En los pueblos, veredas y corregimientos, los profesores se hacen a un lado para permitir el ingreso de guerrilleros a “dar clases” a los menores, pero no de matemáticas, inglés o cualquier otra materia, sino para impartir su adoctrinamiento sobre la mal llamada “revolución” o “cambio”. De paso, en dichas incursiones criminales, con el apoyo del “gobierno” dictatorial del psicópata, los narcoguerrilleros aprovechan para reclutar menores de edad con el fin de entrenarlos e inducirlos hacia el crimen.

En las dos fallidas jornadas de paros y marchas del psicópata, del 28 y 29 de mayo, se conoció la presencia de menores que estaban instrumentalizaos hacia el saqueo de grandes superficies como sucedió en Bogotá contra el supermercado Ara y en otras ciudades del país.

De esta forma, el régimen dictatorial petrista, que carece de argumentos y buenas acciones, pero que en cambio está lleno de criminales y saqueadores, va conformando sus “colectivos petristas”, tal como sucedió en Cuba, Bolivia, Ecuador, Venezuela y otros países que cayeron en las garras criminales fe la mafia transnacional comunista/socialista.

Las “fallidas mesas de diálogo” con los insurgentes, así como la mal llamada “paz total”, no son más que cortinas de humo o sofismas de distracción, con los cuales se ocultan oscuros negocios con los insurgentes, con los cuales, así como hizo el camarada “Chucky” Santos se realizan trataos delictivos. Lo de las farc con “Chucky” Santos, solo le sirvió a las farc para seguir creciendo porque hicieron la pantomima de entregar armas y de desmovilizarse, pero ni lo uno ni lo otro porque al final consiguieron, de manera gratuita y sin mayor esfuerzo, curules en el Congreso.

Con los grupos narco terroristas del Clan de golfo, el tren de Aragua y el eln, al igual que con las mal llamadas “disidencias”, está sucediendo lo mismo. Tal como lo registré en mi libro “La gran farsa de la izquierda” el eln aspira a que Petro les conceda 25 curules y el Clan del golfo, ocho curules.

Colombia sigue corriendo un gran riesgo; el riesgo de caer en las garras de esta mafia transnacional comunista/socialista. Los pasos y las acciones criminales del psicópata Petro están fríamente calculados: Reducir a las fuerzas armadas para darle amplitud a las acciones de los criminales; cerrar el Congreso para crear “otro” con distinto nombre pero a su entera disposición y conveniencia; expropiar tierras de los campesinos para entregárselas a los insurgentes; abrir los canales, trochas, rutas y senderos para el transporte del narcotráfico; acabar con la salud para traernos médicos y esbirros-espías cubanos y rusos; cambiar el sistema educativo para acomodarlo a sus oscuros intereses; acabar con la exploración y explotación de los recursos naturales para enriquecerse ilícitamente; fomentar y apoyar el aborto y el homosexualismo y la delincuencia común y el narcotráfico, para generar el caos total y destruir el país.

O Colombia abre los ojos y actúa o se hunde definitivamente, porque al paso que vamos, incluso pagando por adelantado los impuestos y gravámenes de años venideros, para que el psicópata pueda seguir viviendo a sus anchas o “sabroso” como dice Rancia Márquez, la pobreza será total y la muerte de millones de colombianos no se hará esperar.

Petro es una maldita bomba de tiempo, que debemos desactivar cuanto antes.

* Luis Hernando Granada C., Periodista, Publicista con más de 50 años de experiencia. Ex subdirector de la Revista El Congreso, ex Director y colaborador de varios medios de comunicación escritos, impresos y digitales. Autor de la Novela “El Imperio del terror” y de los libros “¿Y cómo es la vuelta?” y “La gran farsa de la izquierda” y Gestor Cultural del Tolima.