Escribe: Gabriela Moreno*.-
La candidata presidencial del Partido Comunista (PC) en Chile, Jeannette Jara, sostiene que Cuba tiene “un sistema democrático distinto” y, aunque reconoce que en la isla existe un partido único, subraya que “no es el único sistema así, cada pueblo define su gobierno”. (PanAm Post)
Jeannette Jara, candidata del Partido Comunista, niega la existencia de una dictadura en Cuba y rechazó el hecho de que tanto en Venezuela como en la isla bajo el poder castrista existe una cúpula arbitraria enquistada en el poder mediante la represión ciudadana, la sistemática violación de los derechos humanos, así como también la organización de votaciones manipuladas.
La candidata presidencial del Partido Comunista (PC) en Chile, Jeannette Jara, comenzó sin sensatez su campaña. A sólo horas de su proclamación –y dejar el cargo de ministra del Trabajo en el gobierno de Gabriel Boric– negó la existencia de una dictadura en Cuba y Venezuela. Lo que obvia esta dirigente, al parecer, es que el castrismo suma seis décadas en el poder en la isla sin elecciones justas, mientras el chavismo, que ahora lidera Nicolás Maduro, está cerca de arribar a los 30 años en Miraflores a punta de comicios fraudulentos.
La visión de Jara sobre ambas naciones no sólo es miope, sino un atentado contra el sentido común. La abanderada del PC rechazó el hecho de que en ambos países existe una cúpula arbitraria enquistada en el poder mediante la represión ciudadana, la sistemática violación de los derechos humanos, así como también la organización de votaciones manipuladas.
Para Jara el panorama es otro. En primer lugar, ella sostiene que Cuba tiene “un sistema democrático distinto” y, aunque reconoce que en la isla existe un partido único, subraya que “no es el único sistema así, cada pueblo define su gobierno”. Incluso, culpa a la comunidad internacional de evitar un debate internacional sobre el “bloqueo estadounidense”. “Los tiene asfixiados”, dice.
Una falsa narrativa
El discurso sea cae solo. La realidad lo destroza. Febrero de 2025 acaba de cerrar con el mayor volumen de compras de productos agrícolas y alimentarios de Estados Unidos por parte de las autoridades de Cuba desde 2014, al experimentar un incremento del 75,1% con respecto a 2024.
Las cifras indican que las importaciones desde la isla se ubicaron en 47,6 millones de dólares. Es decir, estamos hablando de más de 20 millones por encima de los 27,2 millones de dólares de febrero de 2024 y también muy superior a los 24,5 millones de dólares del mismo mes en 2023.
De hecho, el Consejo Económico y Comercial Cuba-EE.UU., que favorece el incremento de los negocios desde New York, indica en la cesta de la compra resaltan 856.836 dólares en arroz, 1.067.383 dólares en vehículos usados; 46.700 dólares en camiones; 969.546 dólares en motocicletas, y 7.468 dólares en celdas solares.
Todas esas exportaciones están autorizadas por la Ley de Reforma de Sanciones Comerciales y Mejora de Exportaciones (TSREEA, por sus siglas en inglés) vigente desde el año 2000, que le ha permitido al castrismo comprar 7,6 millones de dólares en mercadería. Jara lo ignora o lo desconoce. No hay otra explicación.
Chavismo en otra escala
El chavismo es hijo del castrismo. Hoy, son prácticamente hermanos, uno mantiene al otro en lo económico a cambio de cooperación ideológica. Discutirlo es perder el tiempo, pero Jara –quien compite por primera vez por el sillón del Palacio de La Moneda como candidata comunista– intenta separar a los siameses unidos por las entrañas de la izquierda.
En una entrevista con CNN declaró que “es importante reconocer que hay un régimen autoritario en Venezuela”. Espera que el país caribeño encuentre una “solución a sus propios procesos dentro del marco institucional, sin intervención extranjera”.
Jara olvida el calibre del chavismo, al afirmar que el régimen de Maduro es “distinto al de Cuba”. Si es una estrategia, el fracaso está cantado. El propio gobierno del cual formó parte hasta esta semana presentó ante la Corte Penal Internacional (CPI) los detalles de la investigación del secuestro y homicidio del exmilitar venezolano Ronald Ojeda, cometido en Santiago el año pasado por encargo desde Caracas.
La Fiscalía chilena ya lo confirmó. El máximo titular del ente, Ángel Valencia, ratificó que un testigo en la investigación declaró que la orden y el pago del crimen fue realizado por Diosdado Cabello Rondón, ministro del Interior y Justicia de Maduro; al líder de la organización criminal el Tren de Aragua, Héctor Guerrero Flores, apodado el “Niño Guerrero”. ¿Levantará vuelo la candidata comunista para las elecciones del 16 de noviembre con sus desacertadas consideraciones? Las encuestas arrojan tiempo en contra.
* Gabriela Moreno, Periodista venezolana residenciada en Chile. Egresada de la Universidad del Zulia. Experiencia como editora y productora de contenidos para medios impresos y digitales con énfasis en las fuentes de política e internacional.
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