Funcionarios de la Gobernación e invitados especiales posan ante la cámara sosteniendo sus pinturas.
Con un taller de concientización orientado a personas en condición de víctimas, funcionarios de distintas entidades y organizaciones sociales, donde el tema fue la erradicación de las minas en el departamento y la atención e inclusión de quienes han sido afectadas por ellas, se desarrolló la jornada institucional.
La Gobernación del Tolima recordó, este 4 de abril, que las minas antipersona son un flagelo que debe ser erradicado tal como lo estableció la Organización de Naciones Unidas en 2005.
Para conmemorar este día, con el liderazgo de la Dirección de Derechos Humanos de la Secretaría del Interior, se vincularon personas en condición de víctimas, integrantes de la Fuerza Pública y de distintas entidades junto a organizaciones sociales que trabajan por la erradicación del uso de estos artefactos y por la inclusión y atención de las víctimas que en el país son 12.540 personas.
Durante 2024 fueron reportados 998 incidentes relacionados con las minas donde los principales afectados son miembros de fuerza pública y civiles de zonas rurales, superando las cifras de los años anteriores, según la Oficina del Alto Comisionado para la Paz de Colombia. Todo ello a pesar de que Colombia firmó en 1997 el Tratado de Ottawa, comprometiéndose a erradicar su uso y de que, con el proceso de paz con las farc en 2016, se eliminó uno de los actores que mayor utilización hacía de ellas.
En el caso del Tolima se han realizado labores de desminado en municipios como: Coyaima, Cajamarca, Ibagué, Dolores, Villahermosa, Alvarado, Anzoátegui, Lérida, El Líbano, Mariquita, Icononzo, Melgar, Natagaima, Villarrica, Ortega, Prado, Rovira, Santa Isabel, San Antonio, Herveo, Roncesvalles, Chaparral y Planadas.
En estas circunstancias, para Lina Sandoval, directora de DD HH de la Gobernación, “este flagelo es un delito frente al Derecho Internacional Humanitario que ha cobrado muchas vidas, pero en un trabajo articulado con la fuerza pública, con el cuerpo de desminado humanitario del Ejército y el trabajo comunitario solo nos falta un municipio del departamento para que esté libre de minas antipersona”.
Por eso, insiste en lo importante que es “generar sensibilidad con las personas que han sido víctimas para superar estas etapas que han sido tan difíciles, que les tocó afrontar la pérdida de capacidades o de extremidades. La vida les ha dado otra oportunidad y hoy hacen parte de la Mesa Departamental de Víctimas, tienen espacios de diálogo y concertación”.
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