Escribe: Marcelo Duclos*.-
Aunque Myriam Bregman y los suyos no lo dicen, lo único que quieren es que los contribuyentes les sigamos financiando sus actividades políticas particulares. (X)
El Frente de Izquierda y Myriam Bregman aseguran que el presidente Javier Milei quiere “privatizar” el proceso electoral para perjudicar a las fuerzas minoritarias.
Lógicamente, la corrección del rumbo económico en Argentina tiene su costo. Este es el recorte de partidas presupuestarias superfluas, que la ciudadanía le venía pagando a la política con emisión inflacionaria y endeudamiento. A un año del inicio del gobierno de Javier Milei, la motosierra sigue a toda máquina, pero la casta (en todas sus versiones), se sigue quejando.
El ámbito electoral nacional no fue la excepción. El gobierno ya logró aprobar una iniciativa relevante, que hará una contribución a las arcas públicas, como también a la transparencia del proceso eleccionario. La “boleta única de papel” es un hecho y los argentinos ya no volverán a ver las decenas de papeletas en el cuarto oscuro. Solamente habrá una y el elector deberá marcar el partido o frente de su preferencia. Además de ahorrar una fortuna, todos los fraudes vinculados al robo o la desaparición de boletas quedan fuera del marco de posibilidades.
Entre las propuestas que el oficialismo impulsa en la actualidad está la eliminación de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), además del financiamiento gubernamental a todos los partidos políticos para sus spots televisivos y radiales. La izquierda, como era de esperar, puso el grito en el cielo. Myriam Bregman, referente del Frente de Izquierda de los Trabajadores, aseguró que Javier Milei busca “privatizar” las elecciones, para perjudicar a su espacio político. Un delirio por donde se le mire. Como las cosas que suelen decir los legisladores del FIT.
Antes de las PASO, implementadas por el kirchnerismo, cada partido y bloque político dirimía sus internas. Ya sea mediante elección abierta, con el padrón de los afiliados o con acuerdos de la dirigencia. Pero nada de esto involucraba a la ciudadanía. Mucho menos, los contribuyentes debían pagarles sus comicios internos.
|Si los partidos que conforman al Frente de Izquierda desean competir electoralmente, deberán imprimir sus boletas y hacerse cargo del proceso, de la forma que mejor lo dispongan. Cuando decidan sus candidatos de forma autónoma y privada, ahí llegarán a la instancia pública, con la boleta general y los comicios tradicionales, donde el Estado financia los costos.
¿Por qué los contribuyentes argentinos deben pagar por las boletas de Bregman o Solano para ver quién será el candidato? Que lo decidan con sus afiliados y partidarios y que lleguen a la instancia pública, con su lista de postulantes al proceso electoral.
Más allá de la discusión moral de financiar publicidad de los partidos con dineros públicos, en algún momento pudo haber existido algún argumento, cuando la información se monopolizaba en los medios tradicionales. Actualmente, en Argentina gobierna un partido que ganó las elecciones sin grandes recursos, con el apoyo de una militancia que, como reconoció el mismo Milei, hacía sus propios memes para apoyar a La Libertad Avanza.
Si la izquierda y el resto de los partidos quieren seguir teniendo publicidad gratis antes de las elecciones, que busquen un acuerdo parlamentario para que los medios deban dedicarles algún espacio de forma obligatoria, como cuando tienen que transmitir las cadenas nacionales del Poder Ejecutivo. Claro que no podrá ser un bombardeo permanente como hasta ahora, cuando el gobierno pagaba fortunas por publicidades a cada instante, pero se podría cubrir un mínimo excepcional en las semanas previas a las elecciones. Lo cierto es que los contribuyentes argentinos no deben pagar, ni por las internas partidarias, ni por publicidad política en los medios.
Las reformas electorales no fomentan ningún proceso de “privatización”. Lo que sí debe ser privado y financiado particularmente son las internas de cada frente, de la manera que mejor lo encuentren conveniente. Aunque Myriam Bregman y los suyos no lo dicen, lo único que quieren es que los contribuyentes les sigamos financiando sus actividades políticas particulares. No va a pasar eso.
* Marcelo Duclos, nació en Buenos Aires en 1981, estudió periodismo en TEA y cursó la maestría de Ciencias Políticas y Economía en Eseade. Excolumnista de opinión invitado de Perfil, Infobae, entre otros medios. Fue productor de POP Radio y encargado de noticias, docente de Estructura Económica Mundial y responsable de comunicación de la F. Naumann entre 2010 y 2022. Aficionado a la gastronomía, el mundo del vino y actualmente estudiante de sommelier. Músico y coleccionista de Queen.