Escribe: Jorge Ancizar Cabrera Reyes.-
En la imagen está el óleo del fusilamiento de la heroína Policarpa Salavarrieta, del Maestro Gastón Bettelli.
Se celebró el pasado 14 de noviembre, el Día a las Mujeres Colombianas, fecha que se instituyó mediante la Ley 44 del 8 de noviembre de 1967, “por la cual la Nación se asocia a la conmemoración del sesquicentenario del sacrificio de la heroína Policarpa Salavarrieta”.
El Artículo 1º. dice: “La Nación se asocia a la conmemoración del sesquicentenario de la muerte de la heroína Policarpa Salavarrieta, fecha señalada históricamente el día 14 de noviembre de 1967”.
De otra parte, el Artículo 2 de esta Ley señala: “El Gobierno Nacional por medio del Ministerio de Educación, el Ministerio de Defensa y la participación de la Academia de la Historia, se hará representar en los actos patrióticos que se celebrarán en aquella fecha, y tal día será proclamado cívico y “Día de la Mujer Colombiana en todo el territorio nacional”.
Esta Ley fue impulsada y aprobada en el Congreso de Colombia y sancionada por el entonces Presidente de la República, doctor Carlos Lleras Restrepo.
El 14 de noviembre de 1817 hace 207 años fue la traición, y ejecución en la plaza mayor de Bogotá de Policarpa Salavarrieta Ríos, por parte de las fuerzas españolas colonialistas, tras ser señalada de ser espía del movimiento de independencia de Colombia
Ella había nacido el 26 de enero de 1795 y esta es una fecha histórica, toda vez que la heroína Policarpa Salavarrieta Ríos, con su muerte en la Plaza Mayor de Bogotá, ofrendó su vida por la independencia y la reivindicación de la mujeres, que con su lucha democrática y libertaria hacen parte integral en nuestra historia republicana, siempre luchando al lado de los hombres por una sociedad más igualitaria y justa.
A continuación, recordaremos las palabras de la Heroína Policarpa Salavarrieta Ríos, conocida como: “La Pola”, que siguen vigentes hoy más que nunca: “¡Pueblo indolente! ¡Cuán distinta sería hoy vuestra suerte si conocierais el precio de la libertad! Pero no es tarde. Ved que, mujer y joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más. ¡No olvidéis este ejemplo!”.