Escribe: Luis Hernando Granada C.*.-
Analizando los grandes retos que tendrá Donald Trump, elegido como nuevo presidente de los Estados Unidos, continuaré con el análisis que inicié en la actualización anterior y ante el caos en que el comunista/socialista Biden dejó al país norteamericano.
Empezare en esta oportunidad con el tema de las importaciones, tema álgido si tenemos en cuenta que muchos países, a través de los TLC, cometen el crimen de perjudicar a los pequeños productores, comerciantes y agricultores, al importar de otros países –por intereses mezquinos–, productos que no son necesarios porque al importarlos, perjudican la economía.
Con voz firme y segura, Donald Trump afirmó el año pasado, frente al tema de las importaciones, que recurriría a “nuevas y agresivas restricciones para detener todas las futuras compras chinas” principalmente en sectores vitales como la energía y las telecomunicaciones.
Con las tensiones en aumento en el Mar de China Meridional y sobre Taiwán, algunos en su círculo quieren que la política de seguridad estadounidense se centre más en China.
Elbridge Colby, asesor del Departamento de Defensa durante la administración Trump, se ha convertido en una voz influyente en materia de seguridad en las filas republicanas y se prevé –de acuerdo a lo anterior–, que ocupe un puesto en la administración Trump, máxime porque este intelectual conservador forma parte del grupo de republicanos que quieren que Washington haga de Beijing su principal prioridad en el exterior.
“No es que debamos simplemente darle la espalda a Ucrania, pero apoyarlos no debería ser una prioridad cuando China es una amenaza mucho mayor para los intereses estadounidenses que Rusia”, remarcó Colby. Y agregó, estar seguro de que Trump “es muy consciente de eso”.
De todos es conocido que históricamente, Estados Unidos ha sido deliberadamente poco claro sobre cómo reaccionaría si China invadiera Taiwán, aunque Biden ha sido el líder estadounidense más explícito hasta ahora al decir que Estados Unidos la defendería.
Veamos seguidamente el reto de Trump frente al medio ambiente, un tema que ha tomado un rumbo incierto a nivel global, teniendo en cuenta la crisis que han creado los “catastrofistas” que dicen y pregonan “proteger el medioambiente”.
Lo primero que debemos recordar es que Trump, en su mandato anterior, retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París de 2015 frente al tema del cambio climático, pero al llegar Biden, impuso su voluntad y echó abajo la decisión. Sin embargo, en el sitio web de la campaña de Trump, este dijo que se retiraría de nuevo.
De otra parte, según sus propias palabras, prometió: “Perforar, perforar, perforar” en la búsqueda del llamado “oro negro” y con la promesa y garantía de lograr energía más económica con el apoyo del petróleo.
En la página web de Donald Trump, encontramos que le pondrá fin a los “litigios frívolos” de los ambientalistas y que acabará con los subsidios para la energía eólica; que reducirá los impuestos a los productores de petróleo, gas y carbón y que revertirá las regulaciones sobre emisiones de vehículos introducidas por Biden.
El profesor David G. Víctor –experto en cambio climático de la Universidad de California en San Diego–, afirmó que “ningún otro candidato presidencial ha estado más alejado en materia climática en los últimos 30 años”.
Pero igualmente el profesor Víctor –ex autor principal del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU–, dijo que una victoria de Trump sería “una catástrofe” para los intereses a nivel climático existentes en el actual gobierno estadounidense. “Enajenaría a nuestros aliados… así que hay mucho pánico”, dijo.
Para rematar, frente a este tema del cambio climático, tengo que referirme a un estudio reciente que afirma que es imposible que Estados Unidos alcance sus objetivos climáticos internacionales independientemente de que Trump sea ahora el presidente.
Con referencia a lo anterior, el doctor Simon Evans –editor adjunto del influyente sitio web sobre cambio climático Carbon Brief–, señaló que sería “muy improbable que Estados Unidos cumpla sus compromisos climáticos internacionales con el regreso de Trump a la Casa Blanca”.
Y es que, para la muestra un botón: Biden ha invertido más de US$300.000 millones en iniciativas de energía limpia y clima a través de su Ley de Reducción de la Inflación, pero algunos activistas climáticos se oponen a las medidas que ha tomado para impulsar la producción de petróleo y gas, incluido el proyecto petrolero Willow en Alaska.
Para concluir, creo y aspiro a que Donald Trump representante de la Democracia y la libertad, pueda realizar una buena gestión, a pesar de los ataques, los atentados en su contra y del poder de la mafia comunista/socialista que acaba con los países, porque Estados Unidos requiere retomar el rumbo del crecimiento, de la prosperidad, de la libertad, y eso, en poder de un mandatario comunista, es imposible, porque el comunismo, o socialismo o progresismo o como le quieran llamar, es una plaga destructiva.
Analicemos no más, lo que sucedió en Cuba, en Venezuela y lo que ya está sucediendo en Colombia, un país inmensamente rico que está siendo saqueado impunemente por la mafia, el narcotráfico y la delincuencia, con el apoyo y la laxitud de un izquierdista, títere de la mafia transnacional comunista/socialista.
* Luis Hernando Granada C. Periodista y Publicista con más de 50 años de experiencia, Exsubdirector de
la Revista El Congreso, propietario de www.visiontolima.com colaborador de varios medios digitales e impresos
y autor de la novela “El Imperio del terror” y los libros “¿Y cómo es la vuelta”?
y “La gran farsa de la izquierda” y Gestor Cultural del Tolima.
E-mail: visiontolima@hotmail.com