Escribe: Luis Hernando Granada C.*.-
Haga lo que haga o diga lo que diga, al psicópata Gustavo Petro no se le puede creer nada; el “cambio” prometido, lo metió en reversa y sin vaselina, como le gusta a él.
Estos dos términos, que aún no aparecen en la RAE, –la “carretocracia” y la “podrítica”, fueron acuñados por el periodista Julián Parra en su programa Nocturna RCN, de 9:30 p.m. a 3:00 a.m. y vienen como anillo al dedo para hablar un poco del tan publicitado evento COP 16 organizado, –sin que se notara mucho–, por la mafia transnacional comunista/socialista a través de los mal llamados “ambientalistas”, o lo que equivale a decir “catastrofistas”.
Hacía un poco más de dos años que no visitaba a Cali, –una ciudad agradable, pero que quedó semidestruida por los vándalos de la “primera línea” patrocinada por Petro en medio de su “estallido social”. Y viajé, –como muchos–, atraído no propiamente por el evento central, es decir, por la COP 16 sino por las presentaciones artísticas, las artesanías y la extensa gastronomía: la chuleta valluna, los pandebonos, el cholado, el jugo de chontaduro y otras variedades gastronómicas, además de lo agradable que resulta transitar por la Avenida Quinta, la Sexta, el puente Ortiz, la Plaza Caicedo, Meléndez, el río Pance y otros sitios más, tan atractivos como la Ermita o el Teatro Jorge Isaac, entre otros.
¿Por qué no me llamaba la atención la COP 16 como tal? Sencillamente porque hay que conocer algunos detalles sobre eventos similares.
En primer lugar, uno de los principales objetivos de la COP 15 –la anterior–, era “establecer el marco de un ambicioso plan” para transformar la relación de la sociedad con la biodiversidad a nivel mundial. Esto significa detener la pérdida de biodiversidad para 2030 y lograr su recuperación y restauración para 2050 con el ánimo de “salvaguardar la naturaleza y nuestro futuro”. Pero bueno; “ambicioso” sí era el plan, pero solo en lo económico, porque a nivel de biodiversidad, los resultados han sido precarios, porque por lo general, los dineros que se recaudan, se quedan en los mandos medios o en poder de los “podríticos” que los reciben y los canalizan para fines “podríticos”, es decir, para sus campañas de destrucción y dictaduras, misión característica de los comunistas/socialistas.
En la COP-15 –reitero, la anterior–, se acordó la adopción del Marco Mundial de Diversidad Biológica, que establecía objetivos globales para abordar la pérdida continua de biodiversidad. ¿Y dónde están los resultados?… ¿Acaso el planeta no sigue corriendo el mismo riesgo y cada día peor, porque los incendios forestales, ya no son solo a causa del intenso verano, sino de la acción criminal de los pirómanos que trabajan para la izquierda y con el objetivo, claro y preciso, de incrementar los cultivos de coca y marihuana?…
¿Y es que acaso los recursos naturales no se le están entregando a las multinacionales, a la minería ilegal, que, por ejemplo, en el caso del oro y otros metales, se extraen con perforaciones peligrosas y acompañadas con el uso de mercurio y cianuro que terminan contaminando los ríos y acabando con la flora y la fauna, es decir, con la biodiversidad?
¿Qué tanto daño le hace al planeta, un humilde campesino o un minero artesanal, que con el agua hasta la cintura se mete al río y trata, con un cedazo en la mano, de extraer unas pepitas de oro sin necesidad de utilizar mercurio?… ¿No es más destructivo, conceder licencias de explotación minera y permitir el acceso de grandes maquinarias para horadar la tierra y saquearla destruyendo todo a su paso?
Obviamente todos esos gobiernos –participantes en la COP 16–, defienden la teoría de “defender y proteger” el planeta, pero es justamente ahí, en ese punto, donde está la “carretocracia”, algo característico en la “podrítica”. ¿Por qué si el evento era enfocado hacia la defensa de la biodiversidad, Petro tenía que salir a defender a su aliado, al dictador “Maburro”?… ¿Por qué salió uno de los secuaces del dictador venezolano, con el cuento de que en Venezuela no hay presos políticos cuando estos pasan de 300?… ¿Y por qué ese mismo secuaz dijo que Venezuela era un país libre y democrático?… ¿Acaso los comunistas como “Maburro” o como Petro, pueden hablar de libertad y Democracia?…
Ahí está pintada la “carretocracia” de la “podrítica” petrista. Todo falsedad, engaño, mentira, y desde hoy vaticino, que muy pronto veremos videos grabados a hurtadillas, de bolsas llenas de dinero, porque si algo necesita el psicópata, aparte de ser honesto, es dinero para garantizarse la compra de su reelección o la permanencia en el poder de uno de sus secuaces. Nunca ninguno de los criminales de la izquierda comunista/socialista, llega al poder por méritos, por capacidad, por vocación de servicio; eso jamás ha sucedido ni sucederá en el planeta tierra.
Pero veamos más “carretocracia”: Según los sabios y “expertos”, el slogan era: “La paz con la naturaleza”… ¿Cuál paz? La del psicópata es una gran mentira. No se puede hacer o alcanzar la paz mientras se fomenta la guerra, se incrementa el crimen organizado, se siguen desplazando campesinos y patrocinando a los vándalos de la “primera línea” y a los delincuentes de las “guardias indígenas”. Parece que para el psicópata, la paz se logra fomentando las masacres, el secuestro y el narcotráfico.
Otro objetivo era, involucrar la necesidad esencial de “contener el daño a la biodiversidad”, derivado de las causas directas y subyacentes que están ocasionando su pérdida, dentro de las cuales, parte importante está relacionada con el conflicto armado y la criminalidad organizada que aqueja a nuestro país… ¿Quién está trabajando contra el conflicto armado y la criminalidad organizada si el ejército y la policía fueron desmantelados, amordazados y condenados a ver pasar la muerte cerca de ellos, cuando no es que no son víctimas de la misma?
Otra de las metas incluía elementos clave, como conservar el 30% de la tierra y el 30% de los océanos. ¿O sea que van a controlar y a prohibir la pesca ilegal que realizan en nuestras costas otros países, especialmente la China comunista?
Y lo último o cuarto punto: Dar prioridad a la participación de los pueblos indígenas y las comunidades locales de diferentes maneras. ¿O sea, seguir empoderando a los indígenas?… ¿Acaso ya no tienen 33.000 millones de hectáreas de tierras, muchas de ellas expropiadas a los verdaderos campesinos?
¿Acaso no es ya de conocimiento público que el psicópata pretende entregarle los páramos a estos delincuentes dizque para preservarlos, desterrando a los campesinos que viven en zonas aledañas desde hace muchos años?
¿Algo positivo para rescatar?
Claro que sí; Cali, la Sultana del Valle, se lució de manera esplendorosa, con sus presentaciones, sus muestra folclórica, su gastronomía, sus paisajes y la atención a los visitantes, algunos de los cuales, tuvieron que alojarse en moteles porque la capacidad hotelera de la capital del Valle del Cauca fue superada por los visitantes. Buena por Cali, pero triste para Colombia, que tendrá, de alguna forma, que pagar los platos rotos que siempre deja a su paso, el psicópata.
* Luis Hernando Granada C. Periodista y Publicista con más de 50 años de experiencia, Exsubdirector de la Revista El Congreso, Fundador y propietario de www.visiontolima.com colaborador de varios medios digitales e impresos y autor de la novela “El Imperio del terror” y los libros “¿Y cómo es la vuelta”? y “La gran farsa de la izquierda” y Gestor Cultural del Tolima.
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