Escribe: Arturo McFields Yescas*.-
El comunismo nunca produce riqueza, solo fabrica desempleo, hambre y miseria. Los apagones en Cuba así lo han evidenciado. El comunismo, socialismo o progresismo, son pirañas depredadoras. (EFE).
China, Rusia y Venezuela no pudieron salvar a Cuba del colapso económico. Los apagones lo han sacado a la luz. El país sobrevive gracias a las remesas y el turismo del imperio que tanto odian y que tanto necesitan.
Los apagones en Cuba han sacado a la luz las mentiras del comunismo. Cuba no es un paraíso perdido de salud gratuita y bienestar social. No. Es una isla con una cúpula militar que lleva 65 años viviendo en riquezas a costa de la miseria del pueblo. Después de tres días de apagones y escasez de agua potable en Cuba, el dictador Miguel Diaz-Canel dejó su guayabera celeste y sacó su viejo traje militar. Tomó los micrófonos por el cuello y prometió palo y plomo a quienes se atrevieran a reclamar derechos.
El problema no es el falso bloqueo. El régimen cubano maneja toda la economía y la maneja mal. A inicios de este año la inflación era de 30%, la gasolina aumentó 400% y la leche es un producto de lujo para la gran mayoría. En solo tres años el dólar pasó de 25 a 325 pesos.
El bloqueo hace mucho que no existe. Cuba recibe productos de Canadá, China, España, México, Alemania y una lista interminable de naciones. El pollo que más se consume en la isla es el de Estados Unidos, comprando hasta 280 millones de dólares en productos avícolas.
La dictadura de Cuba ha hecho de todo para camuflar su fracaso. Han despedido funcionarios, reformado planes económicos y culpado al imperio. Nada funciona. El pueblo está harto de la muela y la mentira. De la ineficiencia y las excusas.
El comunismo nunca produce riqueza, solo fabrica desempleo, hambre y miseria. Por primera vez en la historia, la dictadura de Cuba pidió donaciones de leche al Programa Mundial de Alimentos de la ONU. Una confesión escandalosa de su rotundo fracaso.
Dictadura de Castro destruyó la producción agrícola y ganadera
Un país que exportaba alimentos al mundo hoy los mendiga. El régimen compra 2.000 millones de dólares en productos básicos, pero la corrupción y la mala administración generan pobreza y escasez.
Elecciones fraudulentas y represión brutal. Sumado a los paquetazos económicos y la escasez de atroz, Cuba sigue aumentando la represión, manteniendo vigente la pena de muerte y la tortura a más de 1.100 presos políticos.
La dictadura de Cuba en los primeros meses del año acumuló 600 violaciones a los derechos ciudadanos. El Observatorio Cubano de Derechos Humanos destaca que en febrero se reportaron 282 acciones represivas.
La cifra podría superar ya las 3.000 violaciones a los derechos y libertades civiles. La valentía del pueblo cubano es impresionante. Protestar en la isla requiere una dosis extra de valor y desesperación. Los que salen a la calle se juegan literalmente la vida ante un régimen que no le tiembla la mano para matar a sangre fría.
La solidaridad comunista fracasó
China, Rusia y Venezuela no pudieron salvar a Cuba del colapso económico. Los apagones lo han sacado a la luz. El país sobrevive gracias a las remesas y el turismo del imperio que tanto odian y que tanto necesitan.
La fórmula es simple: democracia y libertad traen prosperidad. Dictadura y represión, traen miseria. 65 años de comunismo es demasiado. Cuba está dando dolores de parto. Las cosas tienen que cambiar. Ojalá así sea.
* Arturo McFields Yescas es diplomático, periodista y ex miembro del Cuerpo de Paz de Noruega (FK).
Fue embajador de Nicaragua ante la OEA.