Escribe: Cesar Santana.-
En Colombia y bajo un gobierno nefasto y criminal, solo son respetados los derechos humanos de los violadores y asesinos. Por eso, en lo corrido de este año, van 135 niños víctimas de los depredadores.
El país permanece conmocionado por el caso de Sofía Delgado Zúñiga, una niña de apenas 12 años* que desapareció el pasado 29 de septiembre y fue hallada sin vida el pasado jueves 17 de octubre de los corrientes, en un cañaduzal en el municipio de Candelaria, en el Valle del Cauca.
A Sofía la encontraron con su cuerpo desmembrado y al interior de una bolsa. El principal sospechoso de este crimen sería el tendero (con antecedentes de violación) del barrio, donde la menor fue a comprar un champú para bañar a su perrita.
A raíz de este trágico crimen, vuelve a tomar fuerza la idea de cadena perpetua para violadores, maltratadores de niños y para los culpables de crímenes de lesa humanidad, que incluyen el secuestro de menores, el adoctrinamiento de los mismos, la trata de blancas y a explotación sexual infantil. Pero, recordemos, cuando en junio de 2.021 sucedió algo similar. Por aquel tiempo gobernaba Iván Duque, pero quienes ahora “gobiernan” eran opositores y en su mayoría, se abstuvieron de votar o votaron en contra del proyecto de ley con el argumento que era “inconstitucional”. Y aquí viene el meollo del asunto.
Una cosa es, votar a favor de la cadena perpetua para violadores y maltratadores de niños y luego toparse con la Corte Constitucional. Otra cosa muy diferente, es votar en contra argumentando que es “inconstitucional”, porque en tal caso la Constitución no contempla la cadena perpetua para las personas privadas de libertad en una prisión. Y tal comportamiento a favor de criminales, no es ninguna sorpresa. En la coalición de Gustavo Petro llamada Pacto Histórico –o diabólico–,hay varios reclutadores, violadores y asesinos de niños que ahora desde el Congreso y en la impunidad dan cátedra de ética y moral. Pero, además, en aquel tiempo casi todos los allegados al actual “presidente”, votaron en contra o se abstuvieron de votar, como él.
¿Hace 3 años quiénes votaron en contra de la cadena perpetua para violadores y maltratadores de niños? Con nombre propio: Roy Barreras, de Colombia Humana; Juan Luis Castro, de Alianza Verde; Griselda Lobo, de las farc; Pablo Catatumbo, de las farc; Jorge Londoño, de Alianza Verde; Benkos Bioho, de las farc; Alexander López, del Polo Democrático; Angélica Lozano, de Alianza Verde; Iván Marulanda, de Alianza Verde; Temístodes Ortega, de Cambio Radical; Victoria Sandino, de las farc; Juan Luis Castro, de Alianza Verde; José Aulo Polo, de Alianza Verde, y Antonio Sanguino, de Alianza Verde.
¿Quiénes se abstuvieron de votar? Gustavo Petro, de Colombia Humana –o inhumana–; Gustavo Bolívar, de Colombia Humana; Wilson Arias, del Polo Democrático; Aida Avella, de la UP; Alberto Castilla, del Polo Democrático; Iván Cepeda, del Polo Democrático; Guillermo García Realpe, del Partido Liberal; Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático y Feliciano Valencia, de MAIS.
Evidentemente y por desgracia, la Corte Constitucional tumbó el proyecto de ley, diciendo que la cadena perpetua desconocía la “dignidad humana” de los condenados. ¿Y la dignidad humana de las víctimas?… ¿Ellos no merecen ser tratados con dignidad y respeto?
Además, repitieron el refrito de la resocialización como forma de garantizar la dignidad humana de los condenados y que el Estado debe garantizar que los condenados se reintegren a la sociedad. Tan lindos ellos; imparten justicia como si Colombia fuera Luxemburgo, Noruega o Suiza.
Y como si fuese poco, expresaron que el proyecto de ley violó el principio de no regresividad en Derechos Humanos.
Las leyes y la justicia en Colombia son una payasada, y si a eso le sumamos el actual “gobierno” adulador del delito, donde priman más los derechos de los victimarios que los de las víctimas. Entonces es fácil comprender por qué mi país es una cloaca tercermundista.
No comprendo cómo los tratados de “Derechos Humanos” prohíben la cadena perpetua y la pena de muerte en un país tan extremadamente violento y peligroso; me da la impresión que protegen más los “Derechos Humanos” de los criminales que los Derechos Humanos de las víctimas.
Como están actualmente las cosas, nada de raro tiene que, al victimario de Sofía, el gobierno le pague –como lo hace con los vándalos y otros criminales–,una mensualidad para que no continúe violando ni asesinando niños o cometiendo crímenes.
Nada raro sería, que el asesino de Sofía, pueda llegar al Congreso y ser nombrado gestor de paz, tal como ha venido sucediendo con muchos criminales, en un país donde la justicia no cojea, sencillamente porque no existe.
Y si les parece exagerado lo que digo, o no me creen, pregúntenle a Gustavo Petro y a Gustavo Bolívar por sus amigos y colegas políticos reclutadores, violadores y asesinos como Victoria Sandino, Mancuso, Benkos Bioho, Timochenko y Tornillo, los cuales cometieron y siguen cometiendo crímenes de lesa humanidad, pero muy orondos, transitan libres por las calles y ejercen, como congresistas o funcionarios públicos.
¿Y quién es el principal culpable de todos estos desmanes? Sencillamente, la primera autoridad, que cree que, puede gobernar a través de un celular, trinando todo el día y peleando con todo el mundo, así lleva más de dos años de desgobierno.
* 12 años, la edad de Sofía y la misma edad apetecida por violadores, traficantes de blancas, que cuentan con la laxitud de un pésimo gobierno y una rama judicial que brilla por su ausencia y por la impunidad.