Escribe: Saúl Hernández Bolívar*.-
Gustavo Petro ni siquiera se incomoda por caer en incoherencias tan graves como la de intercambiar sombreros con el jefe paramilitar Salvatore Mancuso.
En esta administración solo se producen malas noticias porque todo en el gobierno del señor Petro es un retroceso.
Ecopetrol y Petrobras han confirmado que el pozo de gas Uchuva, ahora llamado Sirius, podría tener reservas de más de 20 años, convirtiéndonos en un país autosuficiente en materia de gas por mucho tiempo. Sin embargo, el señor Petro es un enemigo declarado de los combustibles fósiles y dijo que Ecopetrol debería someterse a un “exorcismo” para dejar de pensar en hidrocarburos y dedicarse a la inteligencia artificial. Es como pedirle a una aerolínea que deje de volar y se dedique a hacer buñuelos.
Pero eso no es todo. Es que Sirius, antes Uchuva, nombre que se cambió por exigencia de alguna comunidad indígena, todavía debe superar 116 consultas previas, en general ante pueblos autóctonos, para hacerse operativo. Es decir, estamos lejos de que Sirius pueda ser un alivio energético para el país. Entre las comunidades étnicas y el señor Petro, quien dice que un hallazgo de este tipo “asusta”, esto puede terminar en un sellamiento del pozo con miles de toneladas de concreto mientras nosotros volvemos a cocinar con leña.
Es que todo en el gobierno del señor Petro es un retroceso. Ahora el Sena dizque actualizó el listado de profesiones técnicas y tecnológicas en las que las empresas pueden matricular a sus aprendices en la entidad estatal. Pues bien, pareciera un chiste, pero no lo es. En el listado aparecen las actividades de prostituta, gigoló, dama de compañía, numerólogo, quiromántico, vendedor callejero de agua, domador de fieras y otras perlitas por el estilo. ¿Será que con ese tipo de actividades es que se quiere sacar adelante al país y a sus gentes? ¿Esos son los técnicos y tecnólogas que requiere Colombia?
Mientras el mundo le apuesta a la formación STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas), aquí queremos ‘formar’ modelitos webcam. Entretanto, el superintendente de Salud, un tal Luis Carlos Leal, expide una directiva no para mejorar el sistema de salud que está haciendo agua para que el señor Petro pueda remplazarlo con sus delirios estatistas, sino para que niños desde los 3 tiernos años puedan pedir hasta cirugías de cambio de sexo sin el consentimiento de sus padres. Una niña de esa edad querrá un miembro masculino para orinar parada y no tendrá ni idea de las demás repercusiones del asunto, pero si encuentra un sistema dispuesto a llevar a cabo el capricho, destruirá a su familia. Eso sí, lo que el superintendente no ve es el desabastecimiento de medicamentos está cobrando las vidas de mucha gente. Tema que no ha atendido.
Y es que al señor Petro parece no importarle nada con tal de demostrar quién tiene la sartén por el mango. Ni siquiera se incomoda por caer en incoherencias tan graves como la de intercambiar sombreros con el jefe paramilitar Salvatore Mancuso a quien antes no bajaba de ser el demonio en persona. Afirma el señor Petro que Mancuso y el resto de cabecillas paracos fueron traicionados por Álvaro Uribe cuando los extraditaron a los Estados Unidos.
Uribe, el verdadero Nobel de Paz que tiene Colombia, desmovilizó más de 50.000 hombres alzados en armas entre subversivos, sobre todo de las farc, y paramilitares. Todos estos dejaron las armas sin fracturar un ápice el Estado de Derecho. No se le dieron curules a nadie y los paramilitares cumplieron penas hasta de ocho años en prisiones reales, confesaron ampliamente la verdad y repararon a las víctimas —y lo siguen haciendo—.
Sin embargo, el premio para Uribe Vélez, por logros palpables como ese, es zaherirlo con un ignominioso proceso penal con el que pretenden llevarlo a la cárcel. Y lo harán.
Ahora al proceso de acabar con la democracia y hacer que el señor Petro permanezca en el poder lo llaman “acuerdo nacional”, una componenda tan postiza como la Navidad en Venezuela, donde Maduro puso a circular a ‘mi burrito sabanero’ desde el primero de octubre para embobar a la gente y que dejen de protestar. “Si me ven, si me ven, voy camino de Belén”.
* Saúl Hernández Bolívar, Comunicador social con veinte años como columnista de opinión en diversos medios colombianos y extranjeros.