Escribe: Luis Hernando Granada C.–
Hay dos temas cruciales y de moda que nos está imponiendo el psicópata Petro: Una nueva Reforma Tributaria y la “persecución” de la que sostiene está siendo objeto, porque según él –desconociendo su mal gobierno, su ineptitud, el despilfarro de los recursos del Estado y su acendrado populismo–, se apoya en su verborrea e incoherente barata para tapar sus heces, al mejor estilo de los comunistas/socialistas o progresistas.
Sin poder conseguir una cifra precisa, los desmanes y despilfarro a nivel económico, llegan ya o sobrepasan los 100 billones de pesos (así, con B).
Por eso quiere imponer una nueva Reforma Tributaria; por eso está buscando que el Congreso le apruebe un presupuesto de 523 billones para la vigencia 2025; por eso incrementó de manera desconsiderada, el Impuesto Predial; por eso el avalúo catastral será incrementado; por eso el 4X1000 no desaparecerá, pero, además, ya habló que subiría al 5%; por eso –en términos generales–, está creando impuestos a diestra y siniestra.
Pero la pregunta que se hace el ciudadano de a pie es la misma: ¿Dónde está el dinero? El dinero está en poder del psicópata, en caletas ocultas o en muchas bolsas. Recordemos que, a través de la historia, los comunistas/socialistas siempre hablan de “combatir la oligarquía”, pero en el fondo, ellos luchan por ella, para empobrecer a los habitantes de sus países.
Petro asesinó vilmente la industria petrolera; Ecopetrol pasó de tener 22 billones de rentabilidad, a solo 7 billones. Ahí estarían los 12 billones que dice necesitar. Suspendió igualmente las exportaciones de carbón, generando pérdidas millonarias para el país.
Pero, además, no solo los colombianos tendrán que hacer maromas para poder pagar el “nuevo” Impuesto a la Renta; los empresarios, tendrán que pagar más impuestos o cerrar sus negocios o irse del país como ya lo han hecho muchos.
La inversión extranjera es muy mínima, porque muy pocos se arriesgan a perder sus capitales, porque el “gobierno” de Petro es incompetente; no genera ingresos, no apoya ni la pequeña ni la mediana industria; no genera empleo. El único empleo lo genera contratando influencers, bodegueros encargados de defender lo indefendible, creando y transmitiendo, a través de las redes, publicidad engañosa, hablando de “un buen gobierno” cuando la realidad es palpable. Es incalculable la cifra exacta del dinero que entrega a los medios con publicidad engañosa, a través de la cual se refiere a la entrega de tierra a los campesinos, cuando las tierras se las están entregando es a criminales de los grupos subversivos; habla del éxito en la Reforma a la Salud, pero no se consiguen medicamentos, no hay agenda ni con médicos ni con especialistas, y en el colmo de la desgracia de Colombia, ni siquiera hay enfermeras para tener una simple curación.
Hablan los “bodegueros”, del éxito en la Reforma Pensional, cuando realmente, todos los pensionados que cometieron el error de vincularse o seguir en Colpensiones, van a perder sus ahorros.
Pero siguiendo con el tema del despilfarro de los recursos del Estado, es decir, de los impuestos que pagamos los colombianos, es incalculable la cifra que despilfarra en pagarle a los vándalos de la primera línea y a las mal llamadas “guardias indígenas”, a las cuales les paga transporte, alimentación y estadía cuando los necesita para que le “apoyen” su mala gestión. Tampoco se conocen cifras sobre los dineros que les paga a los artistas que contrata para que los ingenuos y mamertos asistan a sus conciertos. Lo importante es llenar escenarios para pintar un falso volumen de asistencia.
Otro rubro insólito y criminal, es el sostenimiento de más de 700 “funcionarios” en el Ministerio de la Igualdad, los cuales solo son activistas y extremistas de izquierda.
En pocas palabras, el despilfarro es mayúsculo y Colombia ni puede, ni aguanta, ni necesita una nueva Reforma Tributaria. Esos dineros los necesita es el psicópata para seguir atornillado al poder, o para entregarle a la hija de un criminal del M-19 la presidencia en el 2026.
Los falsos atentados al psicópata
Algo que ha sido recurrente desde que compró la presidencia y se posesionó, han sido las supuestas amenazas y “atentados”. Pero eso viene desde muchos años atrás, cuando inició en Zipaquirá su carrera delictiva a los 17 años, asaltando camiones, tiendas, ferreterías y demás negocios. Desde ahí empezó a sentirse perseguido. Es obvio, porque cuando hay ratas, el Racumín hay que tenerlo a la mano. Por eso incluso estuvo detenido, capturado inclusive vestido de travesti.
Ahora bien; en la actualidad, si en Colombia hay inseguridad, el único culpable es él. En este momento, hay más de 400 municipios en poder de la guerrilla, es decir, casi la mitad del país, con la complicidad del psicópata que no deja actuar con responsabilidad y diligencia a las fuerzas Armadas, porque a él no le conviene… ¿Y por qué no le conviene? Sencillamente porque tal como lo cité en mi libro “La gran farsa de la izquierda”, con las guerrillas, los vándalos de la primera línea, las guardias indígenas, los activistas que tiene como “funcionarios” en el gobierno, los influencers, el clan del golfo, los sindicalistas y otro inmenso grupo de malandros, Petro está organizando sus “colectivos petristas”, siguiendo los lineamientos de Fidel Castro en Cuba y de Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela.
Por eso se le ha vuelto costumbre hablar de “golpe blando” y ahora, de “atentados” para matarlo. Nada nuevo; recordemos que, en Barranquilla, en una manifestación dentro de su campaña, alguien le lanzó un huevo que se estrelló contra uno de los vehículos de la caravana, y el psicópata habló de “atentado”. ¿Será que le teme al dicho de “el que la debe la teme”? o a otro similar como “el que tiene rabo de paja no se debe arrimar a la candela?”.
De momento, las autoridades no tienen conocimiento de nada, lo cual quiere decir, que el victimario se quiere hacer pasar por víctima, mientras Colombia se hunde cada vez más en la miseria, en la pobreza, en la hecatombe, con el apoyo de un Congreso enmermelado y de una recua de ignorantes que ciegos, se niegan a ver la realidad.
En conclusión, el psicópata Petro es más falso que una moneda de cuero, y con tantas mentiras, incoherencias y payasadas, lo que sigue buscando es atornillarse en el poder porque es su compromiso con la mafia transnacional comunista/socialista o progresista.
* Luis Hernando Granada C., Periodista y Publicista con más de 50 años de experiencia, Exsubdirector de la Revista El Congreso y colaborador de varios medios impresos y digitales. Autor de la Novela “El Imperio del terror” y de los libros “¿Y cómo es la vuelta?” y “La gran farsa de la izquierda”, Gestor Cultural del Tolima y Director del sitio www.visiontolima.com