Escribe: José Gregorio Martínez*.-
El presidente colombiano calificó como “asesinos” a todos los que gritan “¡Fuera Petro!” como ha ocurrido en eventos deportivos. (X)
“Son unos asesinos los mismos que gritan ‘¡Fuera Petro!”, dijo el anterior fin de semana el mandatario colombiano para intentar criminalizar a todo el que lo adversa, tal como hace su aliado venezolano Nicolás Maduro.
La mediación que ha asumido el presidente colombiano, Gustavo Petro, junto con su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para intentar buscar una salida a la crisis en Venezuela tras el fraude electoral del régimen de Nicolás Maduro, pero con una postura muy tímida que raya en la complicidad, tiene una explicación muy clara. El exguerrillero del M-19 no solo sigue los pasos del chavismo con su empeño en convocar a una constituyente para imponer su proyecto político y la búsqueda solapada a través de sus más cercanos colaboradores de revivir la reelección –prohibida hoy en la Constitución–, sino que además imita el discursos de su aliado venezolano para evadir los cuestionamientos de la población, criminalizando a toda la oposición y segregando desacertadamente a la sociedad en clases sociales.
Y es que mientras del otro lado de la frontera Maduro llama “fascistas”, “criminales” y hasta “satánicos” a los opositores venezolanos, en Bogotá Petro se atrevió a calificar como “asesinos” a todos los que –haciendo uso de la libertad de expresión– tanto en redes sociales como en algún evento público gritan “¡Fuera Petro!”. Aceptar la crítica y corregir los desaciertos no son cualidades democráticas del mandatario colombiano. Tal vez por esta razón tiene tanta empatía con sus socios chavistas aferrados al poder en Caracas.
“¿No le gritan a Petro los ricos del país ‘Fuera Petro’? ¿No están reproduciendo el mismo mensaje que lanzaron cuando mataron 5000 militantes de la Unión Patriótica? Son unos asesinos los mismos que gritan ‘¡Fuera Petro!’ porque es que no se pueden aguantar que alguien con café de leche en la piel, que no es de sus familias, y que no le interesa ser de sus familias, ni conquistar una esposa de sus familias, ni meterse a sus clubes (…)”, dijo el presidente colombiano el pasado fin de semana durante un evento de su partido Colombia Humana en Bogotá.
Petro, cada vez más autoritario
Las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar. El polémico discurso generó indignación entre quienes genuinamente se oponen –y en una democracia tienen el derecho de hacerlo– al proyecto político de Petro y sus controversiales reformas, y no esperan ser criminalizados por este motivo por la figura de mayor autoridad del país, que abusando de su poder se atreve a llamar “asesinos” a quienes simplemente expresan en público su desacuerdo con el gobierno de turno.
Ha sido en marchas de la oposición o en eventos deportivos como partidos de la Copa América, encuentros de las eliminatorias o amistosos de la selección de fútbol donde los asistentes han gritado de manera espontánea “¡Fuera Petro!” para mostrar su inconformidad con las políticas del presidente, como sin que haya consecuencias suele ocurrir en una democracia. Llamar impunemente “asesinos” a quienes simplemente gritan una consigna solo evidencia el carácter autoritario de Gustavo Petro, que cada día lo muestra más cercano al camino elegido por su par venezolano Nicolás Maduro.
* José Gregorio Martínez, Periodista venezolano dedicado a las fuentes de Política y Economía. Editor jefe de PanAm Post. Experiencia previa en medios como NTN24, El Mundo Economía & Negocios, Diario La Verdad y Globovisión.