Escribe: Marcelo Duclos*.-
¿Puede tener Estados Unidos una administración peor que la de Joe Biden? Kamala Harris y su propuesta de control de precios acaban de responder esa pregunta.
La candidata demócrata, Kamala Harris, ya va proponiendo sus principales lineamientos de campaña. Ahora dice que ella, personalmente, se encargará de “bajar los precios”. Estados Unidos, al borde del precipicio.
A veces el mundo parece la película de Bill Murray El día de la marmota. Luego de escribir durante más de una década sobre lo nociva que fue la política de control de precios en Argentina, uno tiene que hacer lo mismo ahora con otro país. Mientras en el sur se abandona el oscurantismo económico de la mano de la gestión de Javier Milei, en el norte la irresponsabilidad muestra sus dientes. Kamala Harris, sin sonrojarse, propone una populista y fracasada perspectiva económica para los Estados Unidos, digna de las más atrofiadas mentes del kirchnerismo.
Ante el aplauso de sus seguidores, que no tienen la más pálida idea de lo que están vitoreando, Harris dijo que cuando sea presidente, insistirá en lo que hizo como fiscal general en California. Aseguró que, si llega a la Casa Blanca, “bajará los precios”. Así no más, como por arte de magia y voluntarismo político.
Con su tono usual y su gesticulación exagerada y artificial, la postulante demócrata hizo referencia a las “estafas” que existen alrededor de la “fijación” de los precios, que considera que deben ser “bajados” desde el gobierno. En este marco, arremetió contra las “grandes corporaciones” y contra los propietarios que suben los precios de los alquileres de forma “injusta”. Ni el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se anima a manifestarse en esos términos delirantes y peligrosos.
Aunque todo parecía indicar que nada podría ser más nocivo para los Estados Unidos que una presidencia de Joe Biden, su vicepresidente y postulante a sucederlo en el cargo deja en evidencia que siempre hay espacio para caer más bajo. Las próximas elecciones estadounidenses podrían discutirse, ya no en debates ideológicos normales, sino en una cuestión de sentido común y mera subsistencia. Por lo que manifiesta, Kamala Harris podría convertirse en una verdadera tragedia para una de las principales potencias mundiales.
Más allá del poder que maneje un presidente, los gobiernos no pueden “bajar los precios” directamente. Todas las medidas que se generan en este objetivo van desde la ineficiencia hasta lo contraproducente. ¿Qué puede hacer un mandatario ante la problemática de precios altos para los salarios de los ciudadanos? Otras cosas. Aumentar la tasa de capitalización fomentando la inversión, evitando políticas monetarias que generen impacto inflacionario y ser amables con la producción, para que se generen más bienes a mejores precios. Nada más. Mucho por hacer, pero en el marco de una acción indirecta, que no se relaciona con los precios, que no son más que el resultado de procesos económicos previos. Nada que no esté aprendido hace siglos. Parece difícil de creer que un candidato presidencial en Estados Unidos pueda manejar semejante nivel paupérrimo en materia económica y que casi medio país esté dispuesto a acompañarlo con el voto. Claro que muchas personas pueden tener argumentos válidos para no sentirse muy representadas por Donald Trump. Pero la otra opción es una clara invitación al suicidio total, por lo que es momento de apelar a la responsabilidad más básica.
* Marcelo Duclos, nació en Buenos Aires en 1981, estudió periodismo en TEA y cursó la maestría de Ciencias Políticas y Economía en Eseade. Excolumnista de opinión invitado de Perfil, Infobae, entre otros medios. Fue productor de POP Radio y encargado de noticias, docente de Estructura Económica Mundial y responsable de comunicación de la F. Naumann entre 2010 y 2022. Aficionado a la gastronomía, el mundo del vino y actualmente estudiante de sommelier. Músico y coleccionista de Queen.