Cientos de estudiantes ibaguereños volvieron a disfrutar el pasado jueves 8 de agosto, del concierto educativo de la Cátedra Ibagué Musical, con la que aprendieron el rol y función de un director musical y se deleitaron con los sonidos de la Orquesta Sinfónica de la Institución Amina Melendro de Pulecio, Conservatorio de Ibagué.
“En este momento tenemos más de 400 niños que hacen parte de instituciones educativas como San Bonifacio, el Colegio Rosarista y el Cisneros, mostrándoles estas bonitas actividades musicales que por muchos años se gestan en Ibagué, pero a las que muchos estudiantes es la primera vez que asisten en un escenario como el Teatro Tolima”, expresó Mauricio Hernández Cala, secretario de Cultura.
La estrategia, que ha sido una de las victorias tempranas de la alcaldesa Johana Aranda, ha venido realizando diferentes conciertos pedagógicos en lo corrido del año, con la participación de más de 10 instituciones educativas, por un lado, y fundamentando la cátedra musical para los colegios de la capital tolimense, por el otro.
“Con esta estrategia se pretende que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de nuestra Capital sean formados en ética, en valores, en convivencia y lo mejor de todo es que nos encontramos realizando el documento de nuestra Cátedra Ibagué Musical, donde todos los planteles educativos estarán implementándola en sus proyectos educativos institucionales”, manifestó Diana Rocío López, directora de Calidad Educativa.
Durante la jornada, los estudiantes pudieron participar del ensayo de la orquesta sinfónica y hasta subir al escenario para tomar la batuta y dirigir a los músicos, que se preparaban para el concierto que ofrecieron de manera gratuita a las 6:00 de la tarde para público en general.
“Nos vamos felices, disfrutamos mucho este espacio que nos brindaron. La música desarrolla el ser integral del niño, su parte emocional, su parte motriz, es mucho más que solo la parte artística, también es la parte cognitiva. Es muy importante que esta cátedra se pueda hacer en todos los colegios”, concluyó Marcela García, docente de San Bonifacio de las Lanzas.