Escribe: José Gregorio Martínez*.-
“Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida, producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria”, dijo Maduro durante un acto de campaña en Caracas. (EFE)
Nicolás Maduro radicalizó su campaña al amenazar con un “baño de sangre” y una “guerra civil” si él no gana las elecciones, dejando atrás sus ridículos bailes y bochornosos videos con los que ha pretendido mostrar un supuesto apoyo popular.
Faltando menos de dos semanas para las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela, el chavismo muestra su desesperación. Ni el despilfarro de los recursos del Estado, ni la persecución a la oposición, ni la movilización forzada de empleados públicos a los actos de la campaña oficialista, ni los ridículos videos con tomas cerradas de Nicolás Maduro lanzándose con los brazos abiertos sobre un minúsculo grupo de seguidores ha logrado reducir la enorme ventaja que dan todas las encuestas serias al candidato opositor Edmundo González. Por tal motivo, el régimen se ha radicalizado en las últimas horas con una estrategia de miedo e impunes amenazas a los venezolanos, lo que solo evidencia el nerviosismo en Miraflores ante una inminente derrota difícil de revertir.
“El 28 de julio, si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida, producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”, dijo Maduro durante un acto de campaña en la parroquia La Vega, de Caracas, mostrando tanto su verdadero rostro tiránico como su desesperación ante la alta probabilidad de perder el poder.
Pero no es la primera vez que lanza esta amenaza. “¿Quieren paz o que vayamos a una guerra civil?”, dijo Maduro durante un acto de campaña el lunes 15 de julio en el estado Bolívar para advertir sobre las consecuencias que sufriría el país si él no gana las elecciones, dejando atrás sus ridículos bailes y bochornosos videos con los que ha pretendido mostrar un supuesto apoyo popular a su candidatura a la reelección, después de once años aferrado al poder, en los que se ha producido un éxodo de más de 8 millones de venezolanos.
Las razones de la radicalización de la campaña de Maduro
La radicalización de su campaña pudo deberse al episodio en el que quedó expuesto la semana pasada cuando durante su visita al estado Táchira salió al aire en el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV) un reclamo al gobernador de esa entidad, Freddy Bernal, porque había “muchas cámaras y poca gente”. Este también pudo haber sido el motivo para que Maduro decidiera retomar la persecución a la oposición en medio de la campaña, incluyendo arrestos y amenazas públicas a periodistas.
Fue así como este miércoles 17, la líder opositora, María Corina Machado, denunció el secuestro por parte del régimen de su jefe de seguridad, Milciades Ávila, acusándolo de supuesta violencia de género por haberla protegido a ella y al candidato Edmundo González de unas mujeres que los intentaron agredir en La Encrucijada, estado Aragua. Además, este miércoles la policía retuvo la tarima y el equipo de sonido dispuestos para un acto de campaña en el estado Portuguesa.
De acuerdo con la más reciente encuesta de la firma ORC Consultores, Edmundo González tendría una intención de voto de 59,6% frente a tan solo 12,5% de Nicolás Maduro, ampliándose la ventaja del abanderado opositor a más de 47 puntos, dado que según la misma encuestadora, la semana pasada la brecha a favor del exdiplomático era de 44,4%.
* José Gregorio Martínez, Periodista venezolano dedicado a las fuentes de Política y Economía. Editor jefe de PanAm Post. Experiencia previa en medios como NTN24, El Mundo Economía & Negocios, Diario La Verdad y Globovisión.
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