Sigue la farsa del juicio a Uribe
Escribe: Saúl Hernández Bolívar*.- Cuando uno ve las alocuciones presidenciales de Gustavo Petro, no puede menos que sonreír ante las peroratas de este mentecato cantinflesco que padece de un evidente síndrome de Hubris y una logorrea incurable espoleada por un trastorno psiquiátrico que lo hace creer que sabe de todo, vomitando en un solo sermón decenas…